miércoles, 29 de mayo de 2024

LA TENTACION VIVE EN EL RANCHO

 Esta semana nos convoca Cecy desde su blog DESHOJANDO RELATOS, con un reto sobre las tentaciones. No conocía la expresión "el diablo mete la cola", pero con la explicación de la anfitriona he conseguido encaminar algo que luego se ha desviado un poco. Eso sí, como tiene un poco de trama me he ido un pelín largo de palabras.

AQUÍ podéis encontrar el resto de relatos

 

          La viudez se extendía ya por más de tres años y la viuda todavía era treintañera. Parece mentira que nadie conociera a ciencia cierta, ni siquiera ella, de dónde había sacado su difunto el dinero necesario para comprar aquel rancho que ahora era suyo; desde luego de nada legal. No se lo cargó hasta que Hacienda se dio por vencida en su afán por descubrirlo. Así, ya no tendría nada que temer por ese lado.

          Una noche un ruido alteró su sueño. Instintivamente se incorporó y se dirigió a la balconera de la terraza, pero antes de abrirla se detuvo; se lo pensó mejor y volvió a la cama. Estaba segura de que alguien la espiaba. Pensó en el capataz; otro viudo; cuarentaypocos; de muy buen ver aunque con un hijo de quince o dieciséis; nunca le interesó de qué había muerto su mujer, quizás también se la cargó. Era de la total confianza de su difunto y quizás eso le había frenado aquellos tres años.

          Se acostó dando la espalda a la balconera, pero no pasó nada. Dormía en bragas con una camiseta de tirantes larga. Aunque todavía no hacía tanto calor, se destapó sin cambiar de posición. De este modo libró de interferencias al detector de miradas que todas la mujeres tienen en el culo. Así confirmó sus sospechas, pero siguió sin haber reacción. Finalmente se durmió.

          La noche siguiente cambió de estrategia. Dejó la balconera abierta, con el mismo resultado; el hombre no se decidía.

          La siguiente decidió además dormir desnuda y darse repetidos paseos por la habitación con cualquier excusa que se le ocurriera. Nada.

          Pero la siguiente… Decidió que antes de llamarlo a voces, iba a quemar todos los barcos. Se acostó con un antifaz de dormir, por si le daba vergüenza que lo viera, y dejó sobre la mesita de noche el preservativo y dos billetes de ciento cincuenta dólares. Y así, sí.

          Tras dos meses repitiendo la jugada, un día se presentaron en el rancho dos agentes del FBI. Después de las presentaciones, el que llevaba la voz cantante, que se presentó como agente del departamento del Tesoro, sacó un fajo de los billetes de ciento cincuenta dólares:

          ―¿Esto es suyo?

          ―Sí ―titubeó―. Eran de mi marido. Jugábamos con ellos al monopoly. Son de juguete.

          ―Sí, son de juguete, pero son exactamente iguales que los de cien, con todas las marcas de seguridad de los billetes de curso legal, la efigie del mismo presidente, sin el más mínimo fallo excepto un 5 por un 0. ¿De dónde los sacó su difunto esposo?

          ―Pues no sé. Ya le he dicho que los usábamos para jugar al monopoly. Además, ¿qué más da si son de juguete?

          ―¿Los ha intentado hacer circular, o se los ha dado alguien para que lo intente?

          ―Oiga, que son de juguete. ¿Cómo voy a intentar eso? Además, a ustedes que le importa si los…

          ―No se esfuerce, Señora ―interrumpió el otro―. Soy de la Unidad de explotación infantil y tenemos el testimonio de su amante.

          Abrió la puerta y entró el hijo del capataz.




miércoles, 22 de mayo de 2024

REUNIÓN DE CHICAS

 Esta semana juevera nos convoca MAG con un tema muy primaveral: Los fenómenos atmosféricos. Dos esdrújulas seguidas. Como no me salía nada he tenido que personalizarlos un poco para que me saliera una historieta mas terrestre.

 

AQUI podéis encontrar el resto de textos

 

          ―Hola, Iris. ¿Sales?

          ―No. ¿Quién eres?

          ―Soy Aurora, Jolín ¿No me conoces? Oye, ¿Estás bien? ¿Cómo es que has tardado tanto en contestar?

          ―Estaba dormida. Salgo poco. Estoy un poco depre.

          ―Venga, anímate. “Ya es primavera en el corte ingles”. Es tu estación preferida.

          ―Ya, pero es que no tengo ganas. Y es muy pronto ¿Hay más gente? ¿Está Sol?

          ―No, si estuviera Sol no estaría yo. No nos llevamos bien. Pero están Luz y Nieves.

          ―Es que con Nieves no puedo…

          ―Oye, guapa… ¿Cómo que no puedes?

          ―Ya te lo dije. Eres muy dura. Si fueras más fluida… ¿Y Nube está?

          ―No, pero vendrá ahora. Hemos quedado todas aquí en tu puerta, a ver si entre todas te convencíamos. Mira, por ahí viene…

          ―¿Viene cargada?

          ―Oye, guapa. ¿Me estas llamando borrachuza o qué?

          ―Jaja… No, de agua digo.

          ―Sí que viene cargada. Menos mal, así podré quedarme un rato más, porque si aparece Sol tendré que largarme.

          ―Ah, pues entonces igual sí que salgo pero tendrás que descargar un poco, al menos; no mucho para que Aurora se quede y yo pueda salir. Me has dicho que estaba Luz, ¿no?

          ―Sí, sí que estoy.

          ―Ah, como no decías nada…

          ―Una es dueña de sus silencios y esclava de sus palabras.

          ―Uyyy, ¡Qué profunda! Vale, pues entonces bajo en dos minutos. ¿O queréis subir? Pero el ascensor no funciona, ¿eh?

          ―No, baja tú. Y deprisa que llegamos tarde.

          ―¿Tarde? ¿Adónde vamos?

          ―A la sesión matiné de los domingos. Ponen “Huracán Carter”. La versión no censurada. Se le ve el culo a Denzel Washington.

          ―Uuuuu… Bajo, bajo…

 

 

 Por si alguien de lo pregunta tengo una amiga que se llama Núvol (Nube en catalán)

 

martes, 14 de mayo de 2024

LOS PAJAROS

Este jueves nos convoca Mónica desde su blog NEOGÉMINIS, y nos reta a escribir una historia surgida de alguna de la múltiples fotos de su autoría que nos presenta. Buceando no demasiado entre ellas se puede adivinar cual es su película favorita de Hitchcock.

Yo he elegido esta:


 , que no sé si entraba entre las propuestas

y esta:

cuyo protagonista es prácticamente el mismo pero desenfocado.

Podéis encontrar el resto de aportes AQUI

 

          Salió de casa para su paseo matutino y nada más pisar la calle lo primero que le llamó la atención fue que en el cable telefónico eternamente descolgado de la fachada de enfrente se había posado un cuervo. Más que la ocupación del cable, lo verdaderamente sorprendente era que en aquella ciudad jamás se había visto un cuervo. Ni siquiera en un barrio pobre como el suyo; ni siquiera en su calle, que era la más alta de la montaña desordenadamente urbanizada en los años 60.

          Comenzó a caminar y vio que en la fachada de otra casa, también en un cable descolgado del resto, había otro cuervo. Instintivamente aceleró el paso y en casi todas la fachadas frente a las que pasaba, había cables descolgados con sus correspondientes cuervos.

          Dos calles más abajo el fenómeno ya no persistía. Entró en el bar donde solía almorzar y lo comentó con los contertulios. El hombre vivía solo y tenía fama de ser un pelín fantasioso, de modo que los parroquianos no le prestaron mucha atención, a pesar de que insistió en que alguno le acompañara para atestiguarlo. De vuelta a casa, antes de llegar a la calle más alta del barrio, pensó que quizás era mejor que no hubiera venido nadie; imaginaba que ahora llegaría, y no habría ningún cuervo; podría haber sido una bandada que había pasado fugazmente. Pero no. Al llegar a su calle, allí seguían los cuervos en sus cables telefónicos descolgados; incluso se hubiera atrevido a afirmar que no habían cambiado de posición. Luego contempló una escena fascinante: un palomo rechazado por la hembra estaba intentando posarse junto a uno de los cuervos con lascivas intenciones, pero el cable estaba demasiado pegado a la pared y el gordo palomo no conseguía aguantarse sobre él; finalmente cayó torpemente al suelo.

          Aquella noche no pudo dormir. A la mañana siguiente, antes siquiera de franquear el umbral de su casa para salir a la calle, el hombre fijó su mirada en el cable telefónico de enfrente, con la esperanza de que la situación hubiera cambiado; y efectivamente así fue; al lado del cuervo había una cuerva. El fenómeno se repetía a lo largo de toda la calle. Empezó a pensar en aquella película de Hitchcock que consiguió ver de pequeño en el ya inexistente cine del barrio, engañando a la taquillera cuando le preguntó su edad. No es que hubiera tantos como en aquella película pero la cosa empezaba a ser alarmante. En la última fachada de la calle, antes de emprender la bajada al bar, percibió que solo había media cuerva; la cabeza y una ala; además estaba como difusa, desdibujada. Iba tan absorto en la contemplación del fenómeno, que chutó sin querer un espray de pintura negra vacío, exprimido hasta el limite, que había tirado en el suelo.

          «¡Qué gente tan incívica tenemos que aguantar en este barrio!», pensó antes de recoger el espray y tirarlo al contenedor amarillo. Luego se encaminó al bar decidido a convencer a alguien para que le acompañara y enseñarle el acontecimiento.

 

miércoles, 8 de mayo de 2024

EN BUSCA DEL BOQUE PERFECTO

Este jueves nos convoca Marcos desde su blog MARCOS PLANET, y nos invita a relatar UNA HISTORIA DE CINE. O sea, lo que acontece cuando un equipo de filmación llega a un sitio y se pone a filmar. Curiosamente, enfrente de donde escribo esto, se instaló ayer un equipo de rodaje, han ocupado dos acera y una plaza y parece que van a estar toda una semana, a juzgar por lo que ponen los carteles que han colgado, rodando. "La furgo" según pone en los referidos carteles.

Podéis ver el reto de aportes AQUI

 

          Francis llegó a aquel pueblo en su flamante Ford dispuesto a rodar su nueva película: “la Cópula”.

          Se trataba de un film de terror con el demonio de protagonista. Era un tema latente ya que estaban muy recientes los asesinatos de Charles Mason. La escena principal de la película mostraría la cópula del demonio con la protagonista, que llevaría a su embarazo y nacimiento del hijo del demonio. El resto de la película no estaba muy claro por qué derroteros iba a transcurrir.

          Casi tan importante como la cópula era la primera manifestación del Maligno y la declaración de sus intenciones a la protagonista. Obviamente la manifestación corpórea del demonio debía ser un boque. Por ese motivo se habían dirigido a aquel pueblo italiano al pie de las… bueno, ya saben, famoso por su ganado caprino.

          Lo primero que hizo fue organizar un casting de boques. Debía encontrar a uno que se mantuviera erguido al menos lo suficiente para que doblaran su discurso. Tras repetidos y repetidos fracasos con el entrenador que había traído, se optó por construir una armadura invisible que mantuviera erguido al animal. Les ponían delante un dibujo del Maligno, en la posición que debían adoptar, por ver si se inspiraban y trataban de imitar; pero fue peor el remedio que la enfermedad; se volvían locos como… bueno, ya saben. No solo no obedecían sino que al volver a sus corrales, la emprendían a testarazos contra los muros y los portones. Muchos de ellos murieron. Los que no, tras despertar del desmayo, les dolía la cabeza, y ya no servían ni para copular con las cabras.

          El proyecto se abandonó ante la imposibilidad de rodar las escenas más importantes. También se borró toda referencia histórica, que no eran muchas ya que se llevó prácticamente en secreto. No hubiera sido una buena publicidad que la gente empezara a decir que el Maligno había intervenido.

          La gélida noche anterior a abandonar el pueblo, cuando Francis se introdujo en la cama, notó las sabanas húmedas y los pies pringosos. “Mierda se me ha reventado la bolsa de agua caliente”, pensó. Sacó los pies ensangrentados y, asustado, levantó las mantas para descubrir una cabeza de boque con los fluidos correspondientes a una decapitación. Por aquellos días ya tenía en la cabeza su nuevo proyecto: “Capo di tutti capi”. Bueno, era un título provisional.


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