Esta semana juevera, nos convoca Myr desde su blog DE AMORES Y RELACIONES
para escribir sobre ELEFANTES. Yo me he apoyado en ilustres estudios de dudosas universidades para ampliar nuetra sabiduria sobre tan ilustre animal. Igual a estos investigadores se le fue un poco la castaña.Quise aportar u tono de Telediario-
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Tras la prohibición de exhibir animales en los circos, ha surgido un problema inesperado, que ha precisado de la intervención de autoridades científicas para darle primero una explicación, y después una solución.
Tal problemática ha surgido al reunir en un mismo recinto elefantes africanos con elefantes asiáticos, circunstancia que ha permitido observar, que la convivencia entre ambas variantes, ha sido imposible, ni tan solo por breves instantes.
Según un estudio de la universidad de Whitewood, aparte de las conocidas diferencias entre los especímenes de una y otra procedencia, existe una abismal diferencia genética. El elefante africano tiene una mucha mayor longevidad, llegándose al doble sin dificultad. Ahí radica el motivo de tener la piel más arrugada y las orejas más grandes; por los tirones en los aniversarios.
Acicateados por sus vecinos, doctores de la cátedra de genética de la universidad de Brownwood, tras establecer una comparativa de posibles cruces con otras especies, han llegado a la asombrosa conclusión, de que el elefante asiático comparte un 93% de su genoma con el del colibrí oriental. Tal hibridación, por razones logísticas, solo era posible entre macho de colibrí y hembra del elefante africano. De algún modo, todavía por establecer, estos híbridos consiguieron reproducirse entre sí. En cualquier caso, debido al tamaño de los respectivos cromosomas, en el híbrido, que sería el actual elefante asiático, preponderaban las características del elefante. Aun así, rasgos del colibrí podrían ser: la menor longevidad, la reducción de la longitud de la trompa ,que ayudaría a mantener su rectitud a la hora de libar las flores, y la reducción del tamaño de las orejas, que resultaron así más rápidas y ágiles, y que quizás en algún mutante que no progresó hasta nuestros días, propició el vuelo estático característico del colibrí.
Indignados por haberles avanzado en el descubrimiento, doctores de la universidad de Bluewood, que también estaban investigando en el mismo sentido, han dictaminado que tal hibridación no existió jamás; ni existirá. Apoyan sus argumentos en que una hibridación debe darse en las dos variantes posibles; la que apuntaban los doctores de la universidad de Brownwood, y la de elefante africano macho con colibrí hembra. Se ha intentado sin éxito, ni siquiera “in vitro”, motivo por el cual ahora existe una fuerte pugna entre ambas universidades.
Tambien se ha apuntado a la polémica la universidad de Blackwood, que tras un profundo estudio de las costumbres, los hábitats y las afinidades de ambas variedades, ha dictaminado que los elefantes africanos deben ser destinados a África, y los asiáticos a Asia, haciendo así imposible el mestizaje.