Este mes EL TINTERO DE ORO nos ha retado a hacer un texto de 900 como siempre, pero esta vez desde el anonimato. el texto no se firma ni publica en el blog hasta después de repartidos los premios. Y el tema también era el anonimato, aunque luego se dejo libre pero yo ya lo tenía pensado. Que fue ayer. así que hoy lo publico. También había que intentar adivinar los autores, cosa mas difícil de lo que parecía. yo acerté cinco.
Por AQUI podéis encontrara el resto de anonimatos
Mi hija no me quiere. Se ha aliado con mi hijo que quiere meterme en un asilo; bueno, en una residencia, que es lo mismo pero mas caro. Así… bueno, da igual. Que un hijo, ya se sabe… pero una hija… Lo tienen claro los dos. Lo que quieren es no venir a ayudarme a… que tampoco es que hagan mucho, porque casi todo lo hace esa mujer… ¿No queda leche? ¿Y la leche? Si compré ayer en el Caprabo cuatro litros… Esa mujer que viene que habla raro se las habrá llevado; ella no se habrá bebido los cuatro litros, pero una vez dijo que tenía cuatro hijos. Yo me voy a hacer un huevo frito, como antiguamente, pero no sé qué les voy a llevar a las palomas. La leche les gusta mucho. Bueno, al menos huevos sí que hay; cuando vuelva a venir esa mujer me va a oír. ¿Quién llama tan temprano?
―¿Dígame? ¿Eres la mujer…? Ah, hola, hija. Esa mujer que habla deprisa, se ha llevado la leche…
―…
―Tú qué sabrás, si no estás aquí. Cuando venga luego…
―…
―¿Y hoy qué día es?
―…
―¿Y los lunes no viene? Pues mañana, se va a enterar. Hija, te dejo que me voy a pasear…
Ufff… qué calor, que mal me encuentro. Me voy a echar. No, uff, no veo nada. Mejor me voy a la calle que me de un poco el aire. Tres botellas rotas delante del portal, seguro que ha sido el negro ese del segundo. Cada vez esta más lejos el dichoso parque. Podían venir las palomas a mi casa y no tendría que venir yo tan lejos; hasta podría echarles desde arriba… Bueno, es que en realidad no sé para qué he venido porque no tengo leche. Iré al Caprabo a comprar.
―Sra. Jacinta. ¿cómo se le ha ocurrido venir en bata a comprar?
―Ay, hija, es verdad. Es que he salido rápido…
―¿Lleva dinero?
¡Que preguntona esta hoy esta chica! Ah, pues tiene razón, no llevo dinero, solo tengo el Clipper este en el bolsillo.
―Tienes razón chica. Voy un momento a casa.
―Nooo. Pase y coja lo que quiera, ya me lo paga otro día.
¡Qué simpática esta hoy esta chica!
―Gracias.
¡Qué barbaridad de cara está la leche! Ayer estaba. Vaya, si no he traído ningún cuenco para echarles la leche. ¿Ahora tengo que volver a casa? Esta muy lejos. Podían venir las palomas a mi casa y no tendría que venir yo tan lejos; hasta podría echarles desde arriba… Les haré un hueco en la tierra y les echó ahí la leche. Vaya, y ahora… necesito el abreroscas y solo tengo el Clipper.
―¡Joven! Podría ayudarme a abrir esto.
―Claro… Ya está. Tenga… Pero ¿qué hace? No la tire.
―Es para las palomas.
―Ah, bueno.
Aun hay gente amable por el mundo.
―Sra. Jacinta ¿qué hace en bata por la calle? ¿La han evacuado?
―No. Vengo del parque, de dar de comer a las palomas. ¿Qué ha pasado?
―Pues ya puede ver. El tercero y el cuarto de este lado, todo quemado.
―Seguro que ha sido el negro ese del segundo.
―Nooo. Jaja. El negro ese es mi marido. Puedo asegurarle que él no ha sido. Ja ja. Usted vive en el tercero, ¿no?
Pobre chica. A ella tampoco la quiere nadie. Con lo guapa que es… Vaya, no tengo el móvil, solo el Clipper este.
Jajaja, que chasco se lleva al decirle que el negro es su marido. Excelente relato. Me ha encantado. Un abrazo
ResponderEliminarNo sé yo si le importa mucho lo que puensa ella de su marido. Jacinta ya tiene sus estructuras mentales, que nadie le va a cambiar. Creo que ni sunque no tuviera deterioro.
EliminarAbrazooo, Nuria
Fijate que de primeras me ha hecho reír, luego he recapacitado, sin duda llegar a la vejez y la memoria falla, no es una buena combinación.
ResponderEliminarHay obsesiones que se meten en la cabeza y no salen, dale con las palomas, pero estas fueron la que le salvaron de no quemarse .
Un texto tal vez un tanto reflexivo con su carga de humor. Un besuco , Gabi
Realmente no habí humor intencionado. Le historia es el punto de vista de ella, que puede ser curioso y repentino por los bandazos. Es como las cosas que dicen los abuelos wue primero son graciosas pero cuando las repiten ya no, y cuando lss repiten mucho menos, porque ya suponemos lo wue significa.
EliminarBesazoooo, Campi
Hola Gabiliante, tu relato muestra una realidad que pasa muchas veces desapercibida por la familia hasta que ya resulta más que obvio. Lo has narrado con aires jocosos que dejan ver la vuelta de la inocencia perdida, pero es muy doloroso y difícil lidiar con esa avanzada vejez que nos traiciona, haciéndonos creer una cosa, cuando en verdad es otra muy diferente, aun así, todos o casi todos quieren llegar a viejos, ja, ja. Muy realista la trama con lo recurrente de la leche, las palomas, el clipper y el marcado desprecio por el negro del segundo piso. En la etapa senil las fijaciones y obsesiones son muy marcadas y comunes. El detalle del incendio también tiene su metamensaje, "cuando no te toca, algo te salva". Bien plantadas las escenas y muy visuales.
ResponderEliminarQue pases unas vacaciones placenteras Gabi.
Le comentaba a campi que lo jocoso viene de la desubicado y desbarres , pero cuando se repiten ya non tienen tanta gracia, y menos cuando piensas lo que significa. Lo de la manía sl negro, lo saque de una peli: "el exotico hotel Marigold", que recomiendo, tiene muy buenas frases del protagonista, un chico hindú
EliminarAbrazooo
Gabi, esa película la vi en el cine y me gustó mucho, la volví a ver en la casa un tiempo después y la parte dos también la vi en la casa.
EliminarGracias, no dejes de escribir, a ti te atribui el anónimo 10. Que lo estés pasando bien.
Triste relato donde nos muestras la decadencia en la vejez, con pinceladas muy crudas y otras que provocan la sonrisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las que provocan la sonrisa, con la repeticiones, ya no hacen gracia.
EliminarAbrZooo, Alfred
Hola, Gabi. Un relato muy bueno en el que envuelves en ternura y unos trazos de humor la triste realidad del olvido. Reflejas perfectamente la maraña de pensamientos confusos que provoca la desorientación. Y las últimas líneas te hacen despedir el texto con una sonrisa, como suele ser habitual en tus historias. Un abrazo grande.
ResponderEliminarEsr era uno de los objetivos: mostrar la confusion y la desorientación, los cambio de atención repentinos o incluso las lagunas ( a veces pasa rato entre un un cambio de tema y otro, pero en el relato ella pasa sin solución de continuidad)
EliminarBueno, que me enrollo.
Abrazooo
Una historia muy real. Un beso
ResponderEliminarA la wue todos queremos llegar lejos posible.
EliminarAbrazooo
Buena historia de humor, pero tambien con carga ironica y reflexiva, ¿cuantos adivinaron la autoria de esta pieza cinematografica? puede uno ver perfectamente todo lo que le ocurre a la señora, que podria estar un poco loca, yo estoy de acuerdo, el negro es el culpable.
ResponderEliminarBueno, no está loca,. Está todo lo demente que la edad propicia a su edad.
EliminarCuando vengan los bomberos, seguro que sacaran al culpable, aunque este en el parque.
Abrazooo
Como he te he dicho en mi blog; se te reconoce, aunque sea un texto serio; más que serio: terriblemente dramático. .
ResponderEliminarEl retrato de la mujer mayor está muy bien definido.
Es triste, aunque realista, deja mal cuerpo:
La ancianita, entrando en demencia, la vecina que se aprovecha, y el incendio nos deja en la duda de si lo que imagina es real.
Esa es la primera impresión que me dio nada más leerlo. Sin embargo, una lectura más atenta revelaría que cuando fue a hacer los huevos fritos, se olvidó de la sartén y salió, prendiéndose fuego la casa. La vecina, claro, sería inocentes y todo estaba en su cabeza.
Al estar en primera persona, sin un narrador exterior que detalle cada escena, como dices, es más difícil ver esos hechos, y se puede pasar esa frase de los huevos.
Un abrazo!!
Yo, aquí sigo escribiendo relatos intentando conseguir algún día meter en uno un detalle que atí se te escape, pero no hay manera😝. Infinitamente más difícil que los relatos en primera persona con mucha acción y en presente.
EliminarAbrazooo, Maite
Ríe uno, por la ligereza con que lo cuentas. Pero... Qué miedo y qué triste. Da pánico envejecer sin alguna facultad.
ResponderEliminarUn abrazo de anís!
Te has sentido culpable, no?😝
EliminarAbrazooo
Sí, has sabido darle un toque de humor, como casi siempre, pero lo que queda debajo, buff, da bastante que pensar. Nos empeñamos mucho en vivir todos los años posible sin preguntarnos por la calidad real de los mismos.
ResponderEliminarRealmente no hay nada de humor. Nos reímos porque es la primera vez que escuchamos los comentarios, muchos si sentido, de alguien que está involuntariamente separado de la Razón. Viendo lo mismo cada día, ya no hace gracia.
EliminarAbrazooo
Hola Gaby!
ResponderEliminarAy, que peligro tiene la señora Jacinta! Por las ideas que se generan en su cabeza, por lo que sale de su boca, se queda olvidado en su mente y los daños colaterales que todo ello provoca! Je, je!!! Y es que la edad tiene estas cosas! Un besote, amigote!
Lo que hace no lo controla ya, así que no es culpable. Lo que dice, en este caso es un hablar sin filtros. Seguro que siempre lo ha pensado.
EliminarLo que dice, lo saque de una peli: el exótico hotel marigold. Aquí El racismo le salía, no por falta de razón, sino porque de viejos ya todo le importa un huevo, sobre todo lo que piensen los demás.
Besazooo, amiga
Ufffffffffff
ResponderEliminarDe verdad que prefiero morirme que vivir así...
Demuestras un espíritu joven porque a medida que cumples años, esa idea va cambiando.
EliminarComo cuando tenías 20 y los de 50 eran viejos.
Abrazo
Carajo usted es un maestro de los finales, bravo. 10/10 5 estrellas y demás aguards que se den.
ResponderEliminarEl final es la madre del cordero. Todo el texto se articula para llegar a un final, lo más redondo posible. Todo está al servicio del final.
EliminarBueno, menos en los escritores preciosista, en que el final ni en principio importa. No es ni bueno ni malo. Cien años... puedes abrirlo por cualquier página,, el placer es el mismo.
Abrazooo
Tremendo! Y qué bien lo has ido hilando. Lagunas, incomprensión... fantasías para llenar los huecos. Una duda... algo se quemó en el tercero. ¿El aceite para el huevo frito?
ResponderEliminarEs una triste realidad hacia la que vamos todos. Lo has contado con la genialidad que siempre lo haces.
Las lagunas son muy difíciles y están poco conseguidzs. Cuando cambia de tema , y sobretodo de ubicación en el mismo párrafo. Porque lo que pasó entremedio para ella no existe.
EliminarUnos años trabaje de perito tasador de seguros, cuando no había móviles, y la sarten al fuego y llaman por teléfono, que está en la sala, era un clásico de los incendios domésticos. Incluso bien de la cabeza.
Abrazooo y graciass
Ya te digo!! A mí me pasó. Sonó el teléfono y era mi suegra... ufff La visera de la campana estractora ya empezaba a retorcerse cuando me di cuenta. Hice todo lo que no hay que hacer... metí la sartén debajo del grifo. No pasó más... de pura casualidad. Y por aquel entonces, yo diría que aún estaba yo... "incluso bien de la cabeza"... 🤣
Eliminar¿Jacinta causó que se prendiera fuego el piso?
ResponderEliminar¿O lo de darle leche a las palomas la salvó de estar ahí?
Saludos.
Si, fue ella. Lo de las palomas fue lo que tenía que hacer después del huevo frito. Y fue a hacerlo .
ResponderEliminarCualquiera se quedaba en la casa con tanto humo y tanta calor...
Abrazooo
Gabiliante. Qué difícil es sostener una voz como la de Jacinta durante todo un relato y lograr que no se desmorone, que no pierda ritmo ni autenticidad.
ResponderEliminarAquí no hay artificio, solo una manera de mirar el mundo que está hecha de confusión, rutinas, frases entrecortadas, ideas fijas y desconfianzas. Todo eso se va encadenando como lo haría la mente de una persona mayor en pleno deterioro cognitivo, con una coherencia interna que es, precisamente, lo que más impresiona.
El humor funciona como una especie de escudo, y al mismo tiempo como una lupa: las situaciones que en otro contexto podrían parecer anecdóticas o triviales, aquí están cargadas de significado. Y no por lo que dicen, sino por cómo lo dicen. La frase que se repite, el Clipper en el bolsillo, la leche, las palomas, la bata… todo forma parte de un lenguaje propio, de un mundo cerrado que el lector va entendiendo poco a poco.
Me ha parecido muy acertado cómo integras los silencios en los diálogos, esas respuestas que no se oyen pero que uno intuye, y que dicen tanto como lo que sí se pronuncia. También el modo en que los personajes secundarios (la hija, la cajera, la chica del final) aparecen sin apenas ser descritos, pero con una función precisa, como si el relato estuviera escrito desde la misma confusión de su protagonista.
Y el final… el incendio, que ella apenas percibe, casi como una anécdota más de la mañana, pone todo en perspectiva. Sin subrayar nada, sin caer en dramatismos, consigues mostrar hasta dónde puede llevar ese aislamiento silencioso, esa vida que se va desenredando sin que nadie se dé mucha cuenta.
Un relato trabajado y muy bien resuelto, que pone el foco donde casi nunca se mira.
¡Un abrazo, compañero!
Hay un poco de trampa en el diálogo telefónico porque siento Jacinta la narradora deberían reflejarse, pero la omisión es más efectiva. Además permite practicar la omisión de acotaciones, porque el propio diálogo dibuja la acción.
EliminarLas lagunas fue lo que más me costó, y no quedó bien resuelto, ya que ella no lss percibe y no las podía reflejar, solo pude reflejarlas en cambio de acción y de ubicación dentro del mismo párrafo, que se entendió como dispersión..
Lo del clipperse refiere al encendedor de cocina. Busque como se les llamaba a los primeros pero no tenían jna nomenclatura clara, clipper fue de lis pri.eros fabricantes.
Gracias por tan detallado análisis.
Abrszooo
Hola Gabiliante, has plasmado muy bien lo que significa el deterioro cognitivo en los adultos mayores. Me gusta que lo has puesto desde la perspectiva de la mujer, su diálogo interno ante las circunstancias que ella interpreta erróneamente debido a su condición. Su incomprensión ante el mundo, no entiende lo que le pasa y culpa a todo y a todos. Es un relato de tema triste pero le has sabido poner un toque muy tuyo para que a pesar de la tragedia, se lea ligero. Te felicito. Abrazo fuerte.
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