miércoles, 31 de diciembre de 2025

HASTA QUE LLEGÓ SU HORA

 Y aquí está el último post del año. Esta vez para el reto juevero de CAMPI. Nos convoca para relatar algo que ocurrió los mas próximo posible al cambio de año.

Podéis encontrar el resto de cambios de año AQUI

 

¡Por Dios! ¡Hay que ver cómo se mueve este transporte! Voy a echar hasta la primera papilla. Nunca he entendido esta expresión. No recuerdo haber tomado nunca papilla.

          Cuenta la leyenda ―esta sí que la entiendo, pero la odio― que nuestro creador, El Ceporro, nos dio la vida con un único propósito de hacer feliz a la gente, proporcionándole todo lo que necesitaran, pero no explicó cómo; solo que llegado el momento lo sabríamos. El caso es que si alguien lo ha sabido no lo ha revelado. Así que se mantiene en secreto.

          Por favor, no muevan tanto esto. Tanta gente, aquí a oscuras, en tan poco espacio y encima estas sacudidas…

          ―Abre otra por si acaso ―ha gritado alguien.

          ―Por si acaso, ¿qué?

          ―Por si acaso contamos mal. O si pasa como aquel año que dieron trece.

          ―Nunca han dado trece. Estas flipando.

          ―O si las cantan en cámara lenta y nos descontamos.

          Aagghh…Apagad la luz. ¿De dónde sale tanta luz?

          ―Vaa… Coged una más cada uno de este bote que sobra.

          ―Que nooo… Coge tú si te quieres atragantar.

          Noo. Por favor, a mí no. Que hay muchos más. ¡Maldita sea mi suerte!

          ―Va que empieza. Esto son los cuartos. Ahora… Una.

          Uff. Me ha ido de un pelo. Como he llegado el último estaba encima de todos.

          ―Dos.

          Menos mal. Al ser mi compañero el escogido, yo he caído a un lado.

          ―Tres… cuatro… cinco… seis… siete… ocho… nueve… diez…

          Solo quedamos tres para dos campanadas. Ahora he caído al centro. Ahora ya es cuestión de suerte.

          ―Once.

          Adiós, compi. Lo siento, pero mejor tú que yo. Ahora si hago la croqueta y ruedo hasta el borde del plato…

          ―¡¡Y doceee…!!

          ¡Bien! Jajaja. Por fin… Me libré. ¡Qué alivio!

          ¡Dong!

          ―Y trece. ¿Ves cómo había que tener una más por si acaso?

          ¡No me jodas!

          Choff

          ¿Así que este era mi propósito?  

 

Y ESO ES TODO, AMIGOS. GRACIAS A TODOS LOS QUE HABÉIS PASADO Y MUCHÍSIMAS A TODOS LOS QUE HABÉIS COMENTADO. FELIZ AÑO Y NOS SEGUIMOS VIENDO.



9 comentarios:

  1. Por esas treces uvas que todos tengamos salud, gracias Gabi, un brindis por todo un año de letras. Besotes y risas. Feliz 2026.

    ResponderEliminar
  2. Muito legal e divertido te ler! ]
    Brindemos ao novo 2026 que quase chega! beijos, chica

    ResponderEliminar
  3. Hola Gabiliante,
    Me ha gustado mucho tu relato y me ha hecho mucha gracia. Pese a todo debo admitir que ese principio me ha tenido, y me tiene, intrigado. Es propósito de hacer feliz a la gente ¿es sólo para las uvas?
    Un saludo y muy feliz año nuevo

    ResponderEliminar
  4. Muy gracioso, Gabi, un relato bien de tu estilo. Gracias por aportar esta sonrisa. Un abrazo y muy feliz cierre de año!

    ResponderEliminar
  5. Te deseo para 2026, SALUD, pues con salud todo lo demás lo logras con facilidad.
    Un fuerte abrazo de felicitación.

    ResponderEliminar
  6. Jajajaja, creo que todos en algún momento hemos dicho esa expresión, voy a echar hasta la primera papilla... Me ha encantado, habrá que poner una uva más por si acaso. Un abrazo y feliz año nuevo con salud y felicidad

    ResponderEliminar
  7. Feliz año 2026 y que nos sigamos viendo aunque sea de tarde en tarde...

    Un saludo de Buscador

    ResponderEliminar
  8. Olá, Gabillinate!
    O treze é um bom número, mas intitularam ser do mal, você aproveitou e fez um conto bem humorado.
    Tenha uma passagem de ano abençoada e feliz!
    Abraços fraternos

    ResponderEliminar

Aunque lo parezca, no todo es tan negro.

Entradas populares