Esta semana juevera nos convoca Inma desde su blog MOLI DEL CANYER con una serie de fotografias infantiles a cual mas entrañable y bonita. Pero eso no quiere decir que sea facil el reto. Hay que meterse en la cabeza del infante o infanta, y revelarnos sus pensamientos, tarea nada facil, porque corre por ahi la idea de que se piensa con palabras, y algunos protagonistas de las fotos no deben saber hablar, y si saben haremos como que no, al menos yo. En realidad, sí que sabemos las palabras pero no sabemos aun decirlas, que me acuerdo yo. ¿Valeee?
Podeís ver el resto de aportes AQUI
¿Quieres bailar? Así cogidas. Ahora mueve el culo. Como con mi hermano. Tienes que moverte, aunque sea un poco. Yo te ayudo. Tienes que moverte. Uy, que niña más tiesa. Tienes que moverte. Mueve el culo así como yo. Mira. ¿Ves? Pues tú igual. ¿No te mueves? Pues te abrazo, ¿vale?
Aparta un poco el brazo, que te abrazo. Un poco, abre un poco más los brazos, que no entro. Uy, que niña más tiesa. Abreee… ¿No quieres tampoco abrazos?
Pues por detrás. Aunque no me abraces tú, ya te abrazo yo. A ver que me pongo bien. Está un poco alto estos zapatos que llevas. Uy, casi me caigo pero entro muy bien. ¿Ves? Ahora, abrazooo. Uy, que calentita estas. Mmmm. ¿Ves que bien? Pero así solo te abrazo yo. Ahora por delante, pero tienes que abrir más los brazos.
Uy, no puedo. No puedo salir. Uy. No puedo salir. ¡Qué daño en los pies! ¿Dónde está mamá? Uy, uy, uy…
―¡Mamaaaaá! ¡Mamaaaá! ¡Buaaaaa…!
Ya viene mamá.
Uy, no, no, no. Mamá, que me haces daño. Uyyy… Mamá, no, que me haces dañooo… Suelta. Uy. No, no, no…
― ¡Buaaaa…!
Mamá es muy fuerte. Puede cargar conmigo y la niña tiesa debajo del brazo. Ahora vamos a casa con la niña tiesa, y cuando no esté el tato, podré jugar con ella. Uy, no. No vamos a casa. Vamos a casa del señor sucio de los hierros, que siempre lleva un martillo y tiene una caja de fuego que me da miedo. Y hace mucho ruido…
―¡Mamaaaá! Nooo. ¡Buaaaa…!
Hola, la imagen es para comerse al pequeño rubio y tener una varita mágica y dar vida a la imagen como a pinocho el hada jajaj.
ResponderEliminarTe has metido en el cuerpo del infante y vaya que si, apuntaba maneras de seductor con la pequeña de tacones altos ajjaja.
Gracias Gaby por el texto lleno de inocencia . Un besote.
De tan pequeños todo es nuevo. Ni siquiera le hubiera extrañado que la estatua se moviera. De hecho le extraña que no lo haga. Todos los especímenes que ve con esa forma, se mueven.
EliminarBesoss campi
Coño con la niña, igual que un antiguo compañero mío de trabajo.
ResponderEliminarSalud
Jjjaajas
Eliminar¿Qué pasó? ¿No querías bailar en la cena de empresa, o se te ponía por detrás?
Difícil tema o argumento tan bien resuelto, a tu manera Gabiliante, a pura destreza y tener siempre abierta y sin miedos la cabeza. Chapeau!!
ResponderEliminarAl final de la presentación, ya me voy metiendo en el personaje.
EliminarGracias siempre Carlos, y abrazo fuerte
jajajaja estos críos...
ResponderEliminarBesos y bailes.
Cosas de críos que desgraciadamente no podemos hacer de grandes
EliminarBsoooo, Lauri
Le has dado vida a la estatua cual niño creativo. Abrazos
ResponderEliminarEso es lo que queria la niña, y ya sabes que cuando se empeñan...
EliminarGracias Ester
Abrazoo fuerte
Al final la estatua cobrará vida. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya te digo. Si la niña se empeñan, aunque no se mueva. A ver si el herrero le pone un corazoncito mecánico
EliminarAbrazoo, alfred
jajajaja que divertido, me encantó
ResponderEliminarPues me alegro.
EliminarGracias por pasarte
Abrazoo
Un texto precioso y mágico.
ResponderEliminarGracias Tracy. Me alegro de que te haya gustado
EliminarSbrazooo
Jaja, se meten en cada hoyito.
ResponderEliminarLa otra noche me llegó un niño que ni imaginas dónde fue a meter su paquetito
O sea que, ¿va de niños la semana?
Abrazo
No me cuentes que estamos en horario infantil.
EliminarSi , va sobre elegir una foto de niños entre varias y formar un texto. Anímate que estás muy relajado de escribir últimamente
Besossss
Por un momento pensé que eran dos mellizas en un vientre materno.
ResponderEliminarBesitos.
Jaajja.. muy bien visto. Podría ser todo el trozo principal. Cuando ma madre arranca hija y estatua del suelo para llevarlas al herrero y las separen...también sería como fis siamesas
EliminarAbrazoo. Noelia
Pero ¿cómo privar a la criatura de la visión de un volcán transmutada en una fragua? No lo olvidará en su vida. Muy ingenioso, divertido y dinámico relato. Huy, te felicito por el humor.
ResponderEliminarEl humor, aqui no tiene mérito, los niños son graciosos, sobre todo sus reacciones a los estímulos, y sus ideas propias. Creo que deberías poner un texto en tu blog que induzca el debate de si se piensa con palabras.
EliminarAberazoo
jajajaja pinta maneras el nene! ya me lo veo de más grande y de galán conquistador. Las madres, nunca entienden ¿verdad? Han olvidado que una vez, también fueron niñas. Gracias por tu afectuosa bienvenida y comentario en casa, Gabi. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti. Yo lo he escrito pensando que era una niña. La estatua, por los zapatos seguro que es niña.
ResponderEliminarAbrazoo Myr
Uuyyy qué sórdido! Esa historia que nace como travesura y culmina con peligro inminente! Vaya por dónde te has escurrido en este relato, Gabiliante jeje. Un abrazo
ResponderEliminarNo es sórdido. A ver qué has interpretado.
EliminarLa niña se queda enganchada en los zapatos de hierro, la madre la intenta sacar, pero no puede. Como es muy fuerte Arranca la estatua con niña y todo, y la lleva al herrero a que corte los zapatos
Besosss Monica
Te quedó precioso. Delicado, ingenioso, genial. ¿ Por qué me acordé de la estatua del príncipe feliz y la golondrina? No sé, talvez porque la niñita es de hierro también.
ResponderEliminarPues he tenido que mirar eso del príncipe y la golondrina, porque no conocía el cuento.
EliminarGracias y beso fuerte, Lillian
La desbordante imaginación de la niña... la dejó atrapada. Estoy pensando en el sussssto gordo para la madre 🤦♀️. Una "aventura" que le contarán a la niña cuando se haga mayor. Aunque posiblemente ella lo recuerde a su manera... 😉
ResponderEliminarMuy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Buen giro devolverle la vida a la estatua... ese tipo de cosas que sólo pueden hacerse de niños, ¿verdad?
ResponderEliminarEs que nuestras ocurrencias y atrevimientos de niños, no siempre tienen un final feliz! Pero éste, visto desde fuera y tal como lo explicas, resulta divertido! Aunque para la niña y la madre no lo sean ahora, y peor aún para la pobre escultura! Un beso!
ResponderEliminar¡Hola, Gabiliante! Desde luego el final es terrorífico, al menos para esa niña. Un tierna y preciosa historia a la que le has dado ese punto de sal y pimienta para darle rock and roll a su lectura. Un abrazo!
ResponderEliminarDesde luego, has escenificado perfectamente lo que podría estar pasando por esa cabecita en ese testarudo y divertido intento de que la niña estatua siguiera sus instrucciones.
ResponderEliminarLo que yo digo: los niños nos dan grandes lecciones. En este caso: la perseverancia, más allá de las consecuencias. Creer es poder; a veces… pero ¿y si sí…? 😁
Me ha encantado, querido amigo.
Yo voy regresando, aunque no me fui del todo…
Un abrazo grande, y muy feliz finde 💙
Si, pleno de inocencia... solo le faltaria una manzana, una rica y jugosa manzana. Pero antes hay que bailar, luego probaremos su sabor y nos olvidaremos hasta del baile.
ResponderEliminarlas trastadas a veces tienes que pagarlas de alguna manera Ser niño te incapacita para evaluar peligros y riesgos. Un abrazo
ResponderEliminar