Este relato, un poco subido de tono, tal y como su titulo indica, empezó queriendo ser un NOCTAMBULO JUEVERO, y uno de la serie "Los pecados capitales" que será el tema de nuestro próximo libro anual. O sea, un dos en uno. Pero para juevero llegó tarde, larguisimo (mas de lo que siempre me permiten) y la nocturnidad se alejo bastante del tema. Así que lo publico tal cual y ya
―¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ―reclamaba Verónica.
Aurelio a duras penas podía seguir el ritmo de las súplicas. Él le daba con el escroto en el culo. Ella le daba al colchón. El colchón le daba al cabecero. El cabecero le daba a la pared. La pared le daba al espejo del baño contiguo. El espejo le daba a su propio estante, y el frasco de “Eau pour femme sauvage”, con cada “dame”, se acercaba más peligrosamente al borde.
Aure a duras penas podía sobrellevar el ritmo. Llegó un momento, cuando ella se acercaba al clímax, en que se desacompasó. No podía darle más y dudó de que alguien pudiera. Antes de terminar de pensar seriamente que quizás ella se estaba refiriendo a otra cosa, le sacudió una galleta.
―¡¿Qué haces?! ―chilló. Otro “dame” hubiera hecho caer el frasco.
Aunque Vero era menuda, tenía una cara respetable, discordante con el resto de su cuerpo. La boca era grande; la nariz y los ojos también, igual que las cejas; y los pómulos desproporcionadamente saltones. Pero lo reamente grande era la mandíbula. Si googleas “quijada prominente humana” sale una foto de ella.
La mano de Aure era de esas que llaman de pianista. Suave de no haber cogido una herramienta en su vida. El cuerpo de la mano era estrecho pero la longitud desde la muñeca hasta la punta del corazón era mayor de lo normal.
Estaban hechas la una para la otra. Encajaban perfectamente; como la A y la V. Este encaje hizo que la galleta sonara de forma espectacular, aunque no tanto como el “¿qué haces?”. Pero lo realmente espectacular fue la ”cortada de rollo”.
Ella abrió los ojos de par en par después de largo rato cerrados de placer. Un “dame” más y el orgasmo se hubiera desparramado por toda la habitación. La única luz que entraba en la estancia lo hacía por los pocos orificios de la persiana que no estaban cerrados. Antes de cerrar los ojos era de noche.
Él se salió, quedó sentado de rodillas, y toda la alegría anterior cayó a plomo, todo lo larga que era, sobre su muslo.
Ella la miró y pensó en la mortalidad de la carne, el implacable poder de la gravedad y en la futilidad de la creencia en la resurrección.
Ya había pasado un segundo desde la galleta cuando:
―Es que pensé que quizás querías…―Y luego, como si hubiera encontrado un argumento irrefutable―: Como antes, cuando te azotaba las nalgas te gustaba… bueno eso parecía…
―Ya, pero eso es de cintura para abajo ―dijo ella volviendo a cerrar lentamente los ojos. No le dio tiempo a iniciar una sonrisa cuando―:
―Perdona, no sabía esa regla. Sera mejor que me vaya. Perdona, eh? Supongo que no querrás. Bueno, si eso, ya sabes dónde estoy ―Y presurosamente recogió su ropa y salió corriendo al rellano, donde se la puso sin coincidir con ningún vecino, afortunadamente.
Verónica se quedó espatarrada en la cama sin tiempo para reaccionar. Se maldijo por su poca expresividad, su poca rapidez, su poca capacidad de responder a la sorpresa, y dio dos puñetazos a la cama, a lo largo de su corto cuerpo. El frasco se precipitó. Ella liberó su frustración:
―¡Aaaggghh! ―El grito coincidió con la perforación de la pica del lavabo que produjo la caída del frasco, que aterrizó, ya amortiguado su descenso, sobre el suelo del lavabo, sin romperse.
Se levantó decidida e indignada. Tiró de la correa de la persiana y cerró los pocos agujeros que aún quedaban abiertos. Se dirigió al baño, encendió la bombilla de quince vatios de los antiguos, que constituía toda la iluminación de la estancia, y vio el agujero en la pica. Cogió del suelo el frasco de “Eau pour femme sauvage”, lo miró detenidamente durante unos segundos y luego tras abrir el armarito lo colocó cuidadosamente en una de las baldas, junto al de “Eau sauvage pour femme”. Cogió otro frasco del estante inferior. Antes de cerrar corrigió unos milímetros la posición del que acababa de dejar y le lanzó un beso de despedida.
Vero salió del ascensor de Aure quince minutos después de él. El rellano estaba tan despoblado como el suyo, cuando él salió huyendo de su casa. Se desvistió, metió toda la ropa en la mochila y sacó de ella una falda plisada de tartán escoces verde, y como tampoco hacia tanto calor, se la puso. Más que una falda parecía un cinturón. Se colgó la mochila, se puso las gafas de soldador y cogió con la izquierda el artilugio de sujetar a su perro guía. No era ciega, pero el lazarillo impedía que todo el mundo le preguntara porque llevaba gafas de soldador. Luego llamó a la puerta de Aure. Cuando abrió le entrego el extremo de la cadena que no estaba sujeto a su cuello con un collar de cuero:
―Reglas nuevas. Por debajo del moño.
“Eau de soumisse unisex” era el perfume que ahora presidia el baño.
Obviamente ejercitarse en ese juego denominado sexualidad es una concatenación de causalidades y de casualidades donde todo es posible. ¿Por qué se ha poblado el planeta Tierra de tantos hijos. gran parte mal atendidos, si no? No solo por los factores casuales de dos o más que se encuentran y se empeñan en demografías que son como bumerán, sino porque encima colinciden con un sistema multisistema al que las criaturas le importan un rábano y con unas religiones impías todas ellas con la humanidad, salvo con sus propios intereses crematísticos. ¿Y dices que tu relato se limita a secuencias que se suceden en torno a la lujuria? Por supuesto, bendita lujuria si solo da placer y no causa otra clase de destrozos. Desde luego, Gabi, eñl relato es vertiginoso. No desafíes a tus lectores a que contemos la pelicula; nos perderíamos pronto en sus detalles.
ResponderEliminarLos detalles son importantes, determinan la desviación que va a tomar en sus próximos encuentros si es que los hay, que parece que sí. Bueno , seguro que sí, pero no sé concretarán hasta el próximo capitulo" "la envidia". la envidia lujuriosa, más bien.
Eliminarabrazooo
O sea que estás en plan pecados capitales. ¿Te has parado a pensar alguna vez que aquellos que pusieron el término pecado capital a conductas humanas como las citadas reúnen en su seno todos ellos y encima se absuelven? Disculpa que me enrolle, tengo el día polemista, pero no voy a seguir.
Eliminarno. no voy a gastar ni una sinapsis en pensar obviedades. pero sí leí en algún lado que los pecados capitales, y supongo que los otros son los que hacen funcionar la civilización y que si ellos estaríamos en u a especie de letargo sin cambio ni evolución.
EliminarEste año, en el taller de escritura haremos el libro colectivo sobre los pecados capitales, y yo voy muy retrasado. Este es el primero. T eóricamente son relatos independientes, pero como este da juego, lo enlazará con ña envidia y la ira. y no sé si haré más porque este año somos muchos.
abrazoo, polemista
Me gusta un relato dedicado a la lujuria, el más interesante de los pecados.
ResponderEliminarSalvo por los destrozos que se dieron en el relato, es una fuente de placer.
Saludos.
Parece que los destrozos no le preocupan mucho. desde luego mucho menos que la desviación en su sexualidad que tiene prevista.
Eliminarabrazoo Demi
No sé qué pesar, y te cuento el porqué jajajá. Hay momentos que las mujeres no queremos galletas, no y eso lo debe saber el hombre, queremos lo que queremos y sino puede darnos más, pues, hay un pequeño problema jajajaja.
ResponderEliminarSi se rompe el frasco deja, ya se comprará otro y sino se cambia la Cama de lugar o mejor al suelo el colchón ajajá. Muy bueno y divertido, el sexo si se toma con humor tiene mucho más merito .
Un besote.
No sabes lo caras que son esS colonias. la "Eau para mujer salvaje" ( que no es lo mismo que la " Eau salvaje para mujer) , es carisima, aunque no tanto como el "Eau sumisión unisex", que además es practicamente imposible de encontrar. pero ella aún tiene un frasco de otra relación, y por este chico decide dejar de ser salvaje y volver a ser sumisa, y sale a la calle de día ( a pesar de ser fotofobica) para irlo a buscar y reclamarle las otras 221 galletas😀. Sin el humor¿ que hacemos? Nos lo tomamos todo en serio?
Eliminarbesazzooss Campi
Es que hay gente muy dificil de contentar, o al menos, de ponerse de acuerdo. jejeje . Divertido como siempre y delirante, obvio! Un abrazo
ResponderEliminarbueno... este es joven, aunque no lo especifique. tiene que estar dispuesto a todas horas y no dispersarse pensando en otras cosas. hay que pensar siempre en lo mismo. y ya sabemos em qué piensa un@ que está siempre pensando en lo mismo.
ResponderEliminarabrazooo Erik
Aquí hay falta de entendimiento, porque hsy cosas wue surgen en el fragor y es difícil estsr preparado para todo. El final lo aclara casi todo. Eln el próximo capitulo " la envidia" queda todo más claro, incluso porque "Eau de soumisse " es unisex
ResponderEliminarEste wuiso ir para noctámbulos, por la fotofobia, pero era un tema aledaños y además loacabe muy tsrde
besosss Monica
Que trama trepidante y nocturna la de tu relato! Sobre todo la acción en torno a la botella de perfume! Ja, ja! Que tensión! Y muy sugerentes los nombres de los perfumes! En una ocasión ya leí algo sobre un personaje llamado "Aure"! Algo relacionado con un espejo!!! Me pregunto sí será el mismo! Je, je! Un besote amigo!
ResponderEliminarAure me sale automáticamente cuando necesito un nombre que empieza por A. Tenía que encajar con la V.¿ porque será?
Eliminar¿ Has visto que frasco de perfume tan penetrante, por no decir taladrapicas que he encontrado en pixabsy?
brsosss smiga
A mi me gusto, no tengo mas que decir, o si! Entendí bien o es un fragmento de algo mayor? Bueno ya me dirás, si es cuento, relato o futura novela, es atrapante como lo llevas, siempre arriba el clima (que no se malinterprete jajajja) porque te deja con ganas de leer mas.
ResponderEliminarUn abrazo,
muchas gracias , cecy. es un relato sobre la lujuria que tendrá co tiniacion en otro sobre la envidia y luego en otro sobre la ira. Irán incluidos en el libro anual que hacemos los componentes del taller de escritura al que pertenezco. Los publicaré aquí en breve. pero no forma parte de ninguna novela , no lo será en un futuro. La novela no es un género que se sdapte a mi forma de escribir. lo que dices del clima no se puede mantener en alto tanto rato como lo larga que es una novela ( que no se malinterprete tampoco)
Eliminarbesosss cecy
Nunca hay que perder las ganas de jugar, siempre lo he dicho. La rutina todo lo arruina.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Al paso que vamos pronto habrá que ir al notario y escriturar bien todas las posibles situaciones no sea que la cosa acabe en comisaría.
ResponderEliminarMejor me dedico a los poemas... jaajajajaa
Saludos.
De un cintura para abajo... pasa a un debajo del moño jajaja No sé yo si van a ganar para botes de perfume...
ResponderEliminarBuenísimo!