Este mes LIDIA CASTRO NAVAS nos reta desde su blog a JUGAR con las siguientes condiciones, para construir un microrelato de cien o menos palabras. Como mi madre me decía que hay que comerselo todo , pues eso, cien.
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer el dado: un hatillo.
Opcional:
Que aparezca en la historia algo relacionado con el invento del brick de leche o el año de su invención:
Pedro volvía a casa con un hatillo al hombro, en cuyo interior llevaba leche en tres modernísimos recipientes recién estrenados, cuando algo en el firmamento llamó su atención. El carro tenía dos estrellas más.
Sacó del bolsillo el reloj astronómico que le había regalado el viejo de los Alpes, y calculó que con la actual posición estelar había retrocedido doscientos años. Cuando llegara a casa no encontraría a su familia sino a sus antepasados. Nunca más vería a Heidi.
Quedó estupefacto y, confiado, soltó el hatillo. Los recipientes estallaron en mil pedazos. Dos siglos atrás los tetrabricks eran de vidrio.
Cuando leí, "El viejo de los Alpes" inmediatamente me trasladaste donde Heidi y esos bonitos recuerdos.
ResponderEliminarNo entendí lo del carro, ahí me he perdido.
Un bonito cuento, Gabil
El carro llaman por aquí a la osa mayor, cuyas estrellas forman un carro más o menos. Desde México se tiene que ver , pero me has hecho pensar que los del hemisferio sur no se van a enterar.
EliminarGracias , Maia
Un beso
Creo que acostumbrado a Casiopea no entendió que era el Carro. Pero es que Pedro no sabía de aquellas botellas del lechero que, según Churchill, eran la viva y blanca representación de la Democracia. Ya sabes: cuando alguien llama a tu puerta a las seis de la mañana, se sabe que es el lechero. Otros supimos sobradamente que no era precisamente el lechero ni el panadero.
ResponderEliminarSi que tenía que concertar el carro, en el campo todos lo saben.
EliminarLo del lechero a las seis de la mañana, como gran parte de las cosas depende mucho del tiempo y del lugar. Ahora , aquí, con democracia, si llaman a las 6 de la mañana, mejor wue se traigan slgo para leer si tienen sue esperar a que abra.
Abrazooo
Entonces se transformaron al retroceder esos doscientos años, pero Pedro se ve que no. ;)
ResponderEliminarAbrazo.
Aquí Alfred! Un abrazo.
EliminarNo, claro...
EliminarPedro era el viajero del tiempo. Si se hubiera visto afectado solo hubiera desaparecido, o en cualquier caso, si fuera familia de matusalen , no notaría la diferencia estelar.
Anrazooo, Alfred
Un retroceso en el tiempo guiados por ese carro, que no es de madera, sino la constelación que algunos ven en el cielo, nunca fui capaz de visualizarla ajajá. Pero sé que ahí arriba está.
ResponderEliminarUna pena que no volvería a ver al abuelo y a Heidi.
Cometido más de cumplido Gabi. Besotes.
Igual encuentra la inmortalidad o quizás vivir com9 matusalen. con eso ya le llegaría para reencontrarla. bueno y al viejo de los alpes se lo encontrara seguro si se llega a hacer anciano.
EliminarBesazooo Campi
¡Qué bueno, Gabi! Me encanta ese viaje en el tiempo y la alusión a Pedro y Heidi. Me parece un microrrelato de lo más interesante. Buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes.
ResponderEliminarPor cierto, lo de los viajes en el tiempo, es algo que también he usado en el mío. Lo publicaré la semana que viene ;)
Un abrazo.
Es que en cuanto aparecen anomalías en los relojes, los viajes en el tiempo de aproximan sin remisión.
EliminarGracias ti por la convocatoria tan estimulante. Tan estimulante que a la hora de contestar este, ya he mandado otro
Abrazooo
Muy original. Un beso
ResponderEliminarEn estos días, la originalidad es un valor en si misma.
EliminarAsí que Gracias
Besooo
La relación con Heidi siempre me pareció un poco enfermiza, quizás no sea malo volver el calendario un par de siglos atrás para poder empezar de nuevo...
ResponderEliminarPero como enfermiza, si eran dos niños. Con Clara ya es otro asunto. Costa no era tan inocente como parecía. Escribí una vez un cuento en wue Clara era una reptiliana viciosa.
EliminarAdemás, en cuanto a esa impresión de enfermizo hay que tener en cuenta que es un manga.
Abrazooo
Eres un mago, Gabiliante...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Que va. Le he creado un trauma a Pedro y no puedo recomponerse porque Einstein no me deja, con eso de respetar los principios espaciotemporsles.
EliminarAbrazooo
No, Pedro! La leche no se desperdicia de esa manera no ayer ni hoy ni mañana...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Pobre Pedro... Confiado en las bondades del plástico o lo que sea que compone los tetrabricks, resulta que se las quitan casi antes de estrenarla. Ahora tendrá que sobreexplotar a la cabrá aquella que tenía.
EliminarAbrazooo
Brutal, es mágica tu pluma, y aquí se nota ese surrealismo en vena.
ResponderEliminarUn abrazo grande, amigo.
Es fácil reinterpretar las historias de la infancia. Pero siempre prevalece el original. Por eso da tanto por culo cuando te dicen que tienes que reprender cosas aprendidas de niñez.
EliminarBesazooo Amiga
Yo hubiera preferido doscientos años hacia el futuro... claro que al paso que vamos igual ya no hay humanos.
ResponderEliminarSeguro que humanos habrá. De los que igual no hay es de los otros. Mira australopirecua pitecamtopos y neandrrtales ya no hay. Igual los peces abisales se salvan.
EliminarAbrazoo
Hola Gabilante, que bien te ha quedado relacionar Heidi con la Osa mayor. Viajar en el tiempo 200 años, todo un subidón. Excelente aporte al reto. Un abrazo
ResponderEliminarCuantas cosas pueden pasar en 100 palabras. Ya te digo lo bien que van estos retos para practicar el recorte.
EliminarAbrszoo Nuria
¡Hola, Gabiliante! Ja, ja, ja... Recuerdo cuando empezó esto del Tetra Brick. Los anuncios eran del tipo "el envase más saludable, higiénico y ecológico". Ahora parece que no lo son tanto o se reservan esos adjetivos para otros productos. Cosas del Ecomárquetin. Pues yendo a tu relato, lo que perdería al romper la botella eran los cinco duros de depósito cuando las canjeabas en el súper por botellas nuevas. Estupendo micro. Un abrazo!!
ResponderEliminarTe puedes creer que aún me acuerdo cuanto valían los cascos de las botellas retornables. 25 ptas la coca de 1 litro. 3ptas las medianas, la xibeca 5ptas. El sifón 50tas. Las botellas de vino con estrellas grabadas en el cuello 5ptss. sin estrellas no valían nada.
EliminarAbrzzooo. me has hecho recordar viejo tiempos
Muy interesante tu propuesta para el reto de Lidia, con el tema de los viajes en el tiempo. La alusión a Pedro, Heidi y el abuelo lo vuelve muy entrañable. Encajaste todos los elementos de excelente manera. Enhorabuena Gabi. Saludos.
ResponderEliminarJajjaa. Lo verdaderamente difícil es que después de meter todos los componentes siga pareciendo un relato
EliminarAbrazooi
Hola Gabiliante: ese Pedro viajando en el tiempo sin ninguna de sus cabras, lo veo fuera de su elemento.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
PD: He quitado Disqus del blog. Puedes comentar cuando quieras por allí.
Tendrá que buscarse cabras en el pasado. no debería costarle mucho. cuanto más atrás, más cabras.
Eliminar👏👏👏ahora sí. A veces es casi imposible comentar. A mi me salen más comentarios validos que van a spsm, que al revés. Ahora, no me preguntes porque.
Abrazooo
Me dio nostalgias ese envase de vidrio, en mi casa de pequeña lo recuerdo que se ponía agua, en realidad leche nunca lo vi, pero si mi abuela me contaba y lastima que nunca se guardo, ahora que lo pienso, quizás estaría lleno de moho, jeje
ResponderEliminarAbrazo,
Yo recuerdo la lechera con la que iba a la vaqueria a por leche, y ya era de pládededestico. Vaya, no es que la recuerde, es que la podría dibujar hasta el último detalle.
EliminarBesoss Cecy
La leche es pura y sagrada, aunque con lo que le pasó a Heidi, perderla, bien amerita ese momento dramático.
ResponderEliminarVa un abrazo, Gabiliante.
¿Sabes que en España no se usa, o sea no se usa ni una sola vez por equivocación, lo de ameritar. Hasta que no empecé a leer blohs transatlánticos, no lo había oído nunca . Y no es lo mismo que merecer, al menosen la construcción de la frase. Es una palabra necesaria.
ResponderEliminarAbrazooo
Hola, Gabiliante, buen relato de viajeros en el tiempo. Los nombres de los personajes elegidos ayudan mucho a provocar sonrisas entre aquellos que disfrutaron de esa serie de dibujos animados japonesa. Un micro con todas las premisas solicitadas en el reto de Lidia. Y el desenlace sorprendente sin duda. Me ha gustado tu micro, buen trabajo, un abrazo.
ResponderEliminarGenial... absolutamente genial! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
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