Esta semana nos convoca Nuria desde su blog BITACÓRA LITERARIA con el tema del Lobo Feroz (Feroz de apellido). Aunque parece que la tendencia debería ser hacer del lobo un personaje bueno, yo he continuado con su faceta malvada, porque sin malo, se nos van a tomar viento nuestros cuentos infantiles.
He repescado un texto antiguo que se apoya indefectiblemente en la imagen que acompaño; sin ella el texto no tiene sentido (y con ella... no sé, no sé)
AQUÍ podéis encontrar el resto de Lobos
―¿Quién es?
―Soy Caperucita, abuela. Ábreme ―contestó el Lobo, fingiendo con poco acierto, la voz de una niña.
―No pareces Caperucita. A ver, mete la manita por la gatera. ―Así lo hizo la falsa niña―. Uyy, que mano más sucia. Tú no eres Caperucita. Ella… ―Sintiéndose descubierto, el Lobo metió la pata en un cubo de pintura blanca que había en el andamio de los grafiteros que estaban pintando la fachada. Luego volvió a meter la pata por la gatera―. Ahh, ahora sí que te reconozco. Pasa Caperucita ―dijo la abuela abriendo la puerta.
El lobo empujó la puerta y la franqueó. La abuela viendo el engaño, puso la zancadilla al Lobo, que cayó de bruces, y se dio con todos los morros en la esquina de una mesita. La abuela, percatándose de la pequeña ventaja de que gozaba, se dirigió a la ventana y pidió ayuda.
―¡Socorro, socorro!
Pero nadie hizo caso. Viéndose desamparada, la abuela sacó, primero su pierna y luego el cuerpo entero por la ventana, y no sin gran esfuerzo, logró pasar hasta la ventana del libro de al lado. Allí, viendo la visita inesperada, el cerdito albañil empezó a correr y gritar, brazos en alto, dando vueltas a la mesa del salón:
―¡Brecha de seguridad! ¡Brecha de seguridad! ―Sus dos hermanos, que ya se habían refugiado en la casa del hermano mayor, lo imitaron, ya que no conocían las costumbres de la casa. «Allá donde fueres, haz lo que vieres», pensaron al unísono. El espectáculo dejo perpleja a la abuela , que tampoco conocía las costumbres de la casa.
Finalmente, el Lobo logró recuperarse, y siguió los pasos de la abuela. Una vez dentro de la casa del cerdito albañil, percatándose del banquete que le esperaba, ni corto ni perezoso, se dirigió a la puerta, la abrió y llamó al Lobo que hacía rato que ya no soplaba intentando derribar la casa.
―Eh, venga entra, que aquí voy a necesitar ayuda, para despachar toda esta carne ―Pero allí afuera no había nadie.
Mientras tanto los grafiteros, ayudaron a salir a los tres cerditos y la abuela, por aquella ventana. Luego, antes de que el Lobo pudiera seguirlos, la pintaron con imprimación blindada y laca de acero. De este modo el Lobo se quedó sin merienda.
MORALEJA: Todos los Lobos de los cuentos son el mismo. Solo hay uno.
Muy bueno. :). Un beso
ResponderEliminarajajajjajajaj, al final el lobo se quedó sin merienda, sin abuelita, ni cerditos.
ResponderEliminarTe veía venir emparedando al lobo dentro del grafitti ajajjaja. Un besote, Gabi, te deseo una bonita semana. Besos.
Jajajaja, que bueno Gabilante. Al principio me recordó el cuento de las siete cabritas y el lobo. Menuda habilidad que tuvo la abuela para salir por la ventana. Me encanta esta versión con grafiteros incluidos y que además lo dejaron sin merienda. Pensé que iban a coger al lobo y encerrarlo de por vida. Buenísima aportación a la convocatoria juevera. Un abrazo gigante
ResponderEliminarPasar de un cuento a otro por la ventana es una idea que ojalá se pudiera implementar en la vida real, y que todos los lobos sean uno mismo no te lo discuto, pero hay demasiados imitadores. Un abrazo
ResponderEliminarJajajajaja
ResponderEliminarDivertido y tierno tu relato.
Pobre lobo, pluriempleado. Le vendrá bien quedarse encerrado un tiempo para que descanse, pero que lo rescaten, por favor, o nos quedaremos sin cuentos
Besos
Me encantó la idea de la fusión de los cuentos, eso de pasar de un cuento al otro me pareció una genialidad!!! Muy buena idea. Abrazos. Rosana
ResponderEliminarJajaja Pobre lobo, a sido burlado por varios cuentos en uno! Divertido y original tu relato, me gustó mucho! Besos por ahí!
ResponderEliminarPensandolo bien, en el único cuento que el lobo gana como que es en la de Pedro y Lobo..el que lke gustabba mentir y al final, si vino el lobo y se lo comió de verdad...en los demás es como el Coyote del Correcaminos..nunca gana...me encantoooooo esta idea tuya...bssssss
ResponderEliminarMe encantó Gabi! Un derroche de imaginación fundir los dos cuentos y atrapar al lobo. Un abrazo!
ResponderEliminarEl lobo se esta extinguiendo, pero no hay que preocuparse, nos quedan los perros que son como lobitos.
ResponderEliminarQuizas por esa extincion es que ya no hay 2 lobos sino uno solo.
Un lobo espabilado, intentando cazar en todas las viñetas.
ResponderEliminarAbrazo!!!
Pues si, solo hay un lobo feroz. Lo demás son imitaciones.
ResponderEliminarMuy original y entretenido tu relato.
Saludos.
Espero que el lobo se afilie a un sindicato y que pongan un poco de orden, pluriempleado, nocturnidad y peligrosidad... verás cuando venga la inspección de trabajo :)
ResponderEliminarUn buen cuento y el paso de la ventana ha sido original, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTe felicito.
Un saludo
Vas sobrado de imaginación e ingenio, pasar de un cuento a otro y lo haces con ternura, chispa, y con el ingrediente estupendo del humor.
ResponderEliminarMuy completo, me has hecho recordar a nuestro inolvidable Rodríguez de la Fuente.
"Chapó"-
Un abrazo.