Esta semana nos convoca LA MUJER DE NEGRO, con un tema entre nostalgico (bueno, nos ha puesto la musica de "Psicosis" en la convocatoria la nostalgia no eslo primero que se me viene a la cabeza), y evocador, y que aparte de revelar nuestros antiguos gustos, tambien revelara nuestra edad con un minimo margen de 3 centimetros. Es un tema para entrenar la primera personay que se presta al relato autobiografico. Yo me he inclinado por un tema "dramático" de mi infancia. "Entre comillas".
Podéis leer el resto de aportes AQUI
Seguramente la mayor parte de ustedes han olvidado la
importancia nacional de esta fecha. Algunos recuerdan lo que estaban haciendo
cuando mataron a Kennedy, otros cuando las torres gemelas, otros… Nimiedades.
Mamá estaba a punto de poner la mesa aquel mediodía de
sábado. Yo estaba “acomodado en el suelo” (ahora parece un oxímoron pero no
siempre fue así), apoyando la cabeza sobre el mueble que ofrecía una mejor visión
de la pantalla del televisor. Había llegado el día. Aún faltaba media hora pero
no quería que nadie viniera a quitarme el sitio.
―¿Esto qué es? ―preguntó Mamá.
―Ah sí. Un certificado ―contestó mi hermana―. Lo trajeron
anteayer.
Mi madre abrió precipitadamente el sobre.
―Niño, levanta que nos vamos.
―¿Qué nos vamos? ¿Cómo nos vamos a ir? Va a empezar el
ultimo capitulo. ¡Mamaaaa! ―grité frustrado, pateando el suelo, conociendo de
antemano que cualquier resistencia era fútil.
―Va, que cierran a las tres y es el último día.
―¿Adónde vamos?
―Al cole nuevo. Te han cogido pero hay que matricularse hoy,
y cierran a las tres.
―Pero si es sábado. No hay cole.
―Para esto sí, y corre.
Lo que viene a continuación, puede parecer inverosímil,
pero debe tenerse en cuenta que, por aquel entonces, yo solo había asistido a
un colegio, y pensaba que en otras escuelas, quizás me gustaría ir a clase.
―¡Mama,
corre! Solo faltan cinco minutos, y aún falta mucho.
―Ves tú corriendo, y dile al conserje que ya llego. Que me
espere.
―Corre más, mamá. Yo soy un niño, no me va a hacer caso. Va
corre, si no nos habremos perdido el último capítulo por nada.
Con lo poco que corría mi Mamá era imposible llegar.
Aquí termina la parte inverosímil, que se refería básicamente
a mi actitud.
Esperé a Mama. Cuando llegó a mi altura, una sombra nos
cubrió y nos salvó brevemente del sol abrasador. Miré hacia arriba y vi como el
bruto mecánico que nos sobrevolaba, nos adelantaba y se plantaba delante de
nosotros:
―¡Mazinger Z! Planeadooor abajo… ―grité entusiasmado, dando saltos de alegría.
―Yo os llevaré. ―Y nos cogió a Mamá y a mí y nos llevó al
cole nuevo en un minuto, justo antes de que cerraran.
¡Vaya! Van a tener razón esos que dicen que deformamos los
recuerdos.
Al final, me matricularon en el cole nuevo, pero nunca vi
el último capítulo de Heidi.