Este jueves nos convoca MAG desde su blog LA TRASTIENDA DEL PECADO con otro reto superoriginal: ¿Y SI...? y nos ofrece varias POSIBILIDADAES, a elegir. Yo he escogido una y media. En este texto todo es inventado, menos lo más inverosímil, que es real. Y los nombres también son reales.
Llego un pelín tarde, (2 dias) y además el contador de palabras del ordenador se me ha roto.
AQUI podeis leer el resto de POSIBILIDADES
Óscar entró en el jardín secreto donde cada planta tenía un poder mágico y se agacho frente a un delicada margarita; cuando trató de acariciarla sus pétalos fueron vencidos por la gravedad y pivotaron hacia abajo desde su nacimiento, dando la impresión de formar una flor llorona. Desilusionado fue hacia un girasol esplendoroso; cuando trató de acariciarlo, se giró para mirar a la luna, aunque realmente lo hizo para dar la espalda a Óscar.
Entonces sintió una caricia en el muslo. Era un gato de esos egipcios sin pelo.
―Hola ―dijo el minino. En ese momento se dio cuenta de que se había equivocado de posibilidad, y de que en realidad se había levantado con la capacidad de hablar con los animales.
―Hola, lindo gatito. ―Pero el bicho apartó la cabeza disgustado. Óscar pensó en si quizás se había vuelto a equivocar de posibilidad―. No soy un “lindo gatito”. Eso Silvestre. Soy un perro. ―Entonces se puso a jadear sacando la lengua, pero no le salía muy bien―. Te perdono porque parezco un gato, pero en realidad soy un perro encerrado en el cuerpo de un gato.
―Te estas quedando conmino, ¿no? Vale que hables, pero de ahí a…
―Es verdad ―cortó el gato, mientras echaba a andar―. Hace muchos años la reina de Egipto aquella… ¡bah!... no me acuerdo cómo se llamaba, como nuestra raza le cayó en gracia, ordenó a su mago que nos concediera un deseo. Mi antepasado pidió que quería ser un perro. “Deseo concedido”, contestó el imbécil. Resultó que era un mago transformador de actitudes, no de cuerpos. ―El gato se paró junto a un árbol, levantó la pata y no meó apenas nada porque no tenía ganas, y siguió andando―. Y ahora vivimos encerrados en vuestras casas, aburriéndonos terriblemente, con la única ocupación de no hacer nada, y lo peor de todo: no nos dejan salir a la calle. El otro día tuve que tirarme por la ventana para salir un rato. Ahora soy un perro con seis vidas. Y si nos escapamos, cuando volvemos…―Entonces cambió el tono de apenado a ilusionado―. Oye, podrías quedarte conmigo, adoptarme quiero decir; tú al menos me entiendes y podría decirte lo que quiero. Quiero un bozal para Navidad. ¿Tú regalas para Santa o para Reyes? Serías mi amo y yo te obedecería.
―Ya veremos. Ibas por cuando volvéis…
―Cuando volvemos, agitáis así la mano abierta, como si nos fuerais a pegar… y encima no nos pegáis.
―¿Es que preferiríais que os pegáramos?
―Ya te digo… Pero bien pegados. No un manotazo despreciativo o una patada.
―No me lo puedo creer. ¿Y cómo es bien pegados? Si se puede preguntar...
―Siéntate en el banco ese. ―El gato se subió de pie sobre sus muslos― Dame ahí en el lomo, cerca de la cola. ―Óscar le dio unas palmaditas― Ahí, ahí. ―Siguieron las palmaditas. Un par de segundos después, el gato giró la cabeza para mirarlo a los ojos― ¿Estamos esperando a alguien, o te da miedo que te estén grabando?
―¿No es así?
―Más rápido y más fuerte, ¡coño! ―Óscar obedeció―. Más, más… ―Y treinta segundos después apareció el vigilante del parque, mientras el gato ponía los ojos en blanco y decía rendido―: Yá tá.
―¡¡Cerdo!! ―exclamó Óscar.
―¿Qué me ha llamado?―preguntó el vigilante.
―Tú lárgate que nadie te ha dado vela en este entierro ―ordenó el gato. El vigilante, que no había escuchado nunca hablar a un gato, obedeció estupefacto.
―¡Te has corrido! ―observó Óscar.
―Y ¿qué esperabas?
―¡Me has manchado el pantalón!
―Es una mijita de ná. Pues si hubiera sido un cerdo hubieras visto. Esos sí que manchan. ―Y tras una pausa―: Entonces ¿qué? ¿Te quedas conmigo? Cuando me porte mal, podrás pegarme así. ¿Me comprarás el bozal?
―De momento te conformarás con una correa de paseo.
Entonces el gato le dio la garra como un perro bien amaestrado:
―Trato hecho. Me llamo Buba.
Bueno, es lo que sucede a quienes tenemos perritos, nos hacen como quieren, vamos, nos tienen bien cogida la medida para manipularnos . Me gustan los girasoles.
ResponderEliminary uno encantado de contestarlos, piden tan poco...
EliminarEste era un giraluna, o igual un antipático.
Besoss, Maia
¿Eran realmente margaritas o girasoles? jeje
ResponderEliminarA mi me encantaría que mi gato me hablara, en su idioma lo hace y se hace entender muy bien.
Así que Oscar, debe adoptarlo, estoy seguro que entre las flores y ese animalito no se va aburrir.
Un abrazo Gaby,
Habían de ambos, girasoles y margaritas, pero parece que sabían que Oscsr era mas de animales. Oscar se lo quedó, por supuesto. Buba murió hace ya un par de años de un cáncer en la cola; se la cortaron preo ya era tarde.
Eliminarbesoss Cecy
Hola Gaby, estoy recordando que en casa siempre tuvimos varias mascotas y hubiera, (de tener el tiempo), un relato con "material"...
ResponderEliminarJajajajaja, desde luego te salió el relato original "tá güeno"
Un abrazo.
Pues sin duda que tienes material abundante. Slo tienes que animarte.
EliminarAbrazooo
Pues aqui llega el bicho raro, yo pregunto donde está el jardín secreto para no perderme por él. No hablo con mascotas ni con plantas, un bicho raro ya te lo he dicho. Abrazos
ResponderEliminarSi vas por uno y un ves un giraluna ( girasol desorientado), estás a punto de entrar: date la vuelta y corre.
EliminarBesosss
Un animal trans, sin duda. Demasiado temperamental.
ResponderEliminarpero trans-especie, no trans-genero. Aunque no se ven mucho, si ves alguno, y te fijas un rato verás que no se comporta como el resto de gatos.
EliminarAbrzzooo
Gabi en este jueves tu tono ha subido un decibelio y casi nos haces un porno ajajjaja. Vaya con el gato, o seré yo quien mi mente, así lo piensa ajajá. Un besote.
ResponderEliminarNon, no. Lo piensas bien, pero en esa parte no he inventado nada. La práctica fisiológica es patente de Buba. El pobre ya murió y su hijo ya no la practica, que yo sepa, pero también es un perro-gsto, aunque quizás no lo saben
Eliminarbesazooo Campi
Es brutal, onírico y cómo no...hilarante, ese gato-perro es un hallazgo por completo :-)
ResponderEliminarUn abrazo grande, amigo
Si que ha quedado onírico, aunque no haya mucha descripción, solo por las actudes de los por allí andan. tanto animales como plantas.
EliminarBesazooo Amiga
Me queda en claro que quizás no sería bueno comprender lo que los animales buscan decirnos: sería una nueva y muy perturbadora fuente de conflictos jeje. Siempre tan ocurrente y original, gabiliante! Abrazos
ResponderEliminarJjajjaa... Que finamente lo has dicho. A veces , cuando fantaseamos con slgo no calculamos las consecuencias
EliminarBesosss, Moni
JAJAJAJA! Por dios, vaya si me he reído. De veras, que tu relato no me lo esperaba, pero es buenísimo. Vaya con el gato!! O Gato-perro, no ha salido listo ni na'.
ResponderEliminarMuy buen relato, un abrazo!
Los animales son muy listos, pero hacerles hablar creo que les complicaría la vida. Y ya no te digo a nosotros.
EliminarUn placer entretenerte
abrazooo
jajajajaja me ha encantado, pero que bueno eres jodío, jajajaja naad, ni un pero a todo Un abrazo
ResponderEliminarGracias Rodolfo. Aquí la verdad es que no he inventado mucho, excepto lo de hablar, claro.
Eliminarabrazoo
Buba, como el de Forrest Gump jeje
ResponderEliminarVaya con el gato... ¡No me esperaba nada!
Genialoso, como siempre, Gabi
Un besazo
No se porque Oscar le puso Buba, quizás fue por eso.
EliminarGracias Dafne
besoo
Este Buba, todo un personaje "Perro/Gato" algo peculiar! Ja, ja! Los gatos son incomprensibles e imposibles de complacer, haga uno lo que haga! Durante una vida o durante las siete suyas! Ja, ja! Un abrazote amigo!
ResponderEliminartu que tienes gato, si ves alguno de estos sin pelo, observa lo. en poco rato te das cuenta que no se comporta como un gato. no sé si como un perro, pero es el término comparativo más cercano. Pocas veces se les ve esa sinuosidad de los gatos, y nunca la tranquilidad.
EliminarBesosss , amiga
Gabi me has hecho reír leyéndote, cuando empecé a leer eldiálogo que te traías con el perro, me imagié que algo maquinabas para el final, jajajajajaj
ResponderEliminarMuy original, Gabi.
pues aquí casi todo es real, menos lo de hablar, pero si lo hiciera, tampoco creo que distaba mucho de lo que aquí reflejo.
EliminarUn ñlacer enoooorme, que hayas disfrutado
besosss
Un gato que se autopercibe como perro. Y además le gusta que le peguen.
ResponderEliminarEs un personaje insólito, que hace que funcione bien en tu relato.
Saludos.
pues , como en la realidad no hablan, no tengo claro si estos gatos se sutoperciben como perros, o querrían ser una especie aparte.
Eliminargracias Demi
Un aBrazooo
Hola Galiante, muy original tu relato, realmente mágico jardín, ese perro-gato parlante me gustó.
ResponderEliminarYo hablo todo el tiempo con mis gatos, mi perra y demás bichos que andan en mi jardín, pero ninguno me contesta en castellano, cada uno lo hace en su idioma, pero igual nos entendemos.
Un abrazo,
PATRICIA F.
Creo que la comunicación interespecies es justa la wue debe ser. Como dice Mónica, que hablarán los animales sería continuo origen de conflictos.
ResponderEliminarbesosss
Hola Gabi, elegiste el tema del jardín pero se te dio la vuelta al ver al gato, pero tú, en un primer momento, pensaste en las flores, jejeje. El gato resultó ser un animal bastante peculiar, creo que justamente así, como tu gato, serían todos los gatos si pudieran hablar. Buen relato, me hizo reír.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola Gabi
ResponderEliminarUn jardín mágico donde las margaritas se ponen tristes, los girasoles son altivos y dan la espalda mirando a la luna... Y lo mejor, un gato perro sin pelo que habla y es masoquista ¡Menudo cóctel!
Has escrito un relato de lo más surrealista y delirante que he disfrutado mucho.
Gracias!
Un abrazo :-)
Estos gatos-perros son terribles, cada día más mal educados.
ResponderEliminarAsí no se puede pasar tranquilo por el jardín.
Saludos!
J.
¡Madre del amor hermoso! Qué imaginación y que revés tiene la historia. Casi me coges con esa cadena. Este gato-perro o lo que sea es la leche. Tiene la gracia hasta en la punta del rabo, y nunca mejor dicho. Le va el BDSM al bicho jajajaja
ResponderEliminar¡Qué grande eres!
Felicidades por este texto, por lo bien que me lo has hecho pasar y por...l por to' :-)
Ten unos bonitos días de Navidad. Iba a decir una burrada, pero eso lo dejo igual para el Tacto del Pecado, ¿te parece?
Un besote enorme y un abrazo lleno de cariño.
¡¡¡Imaginación no te falta!!! 😂 Besos.
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