Esta semana de Jueves Santo nos convoca MAG desde su TRASTIENDA DEL PECADO retándonos a escribir sobre algo relacionado con ciudades perdidas en fondos marinos con final sorpresivo. A mi no me ha salido bien porque siempre que empezaba a escribirlo sabía cómo iba a acabar. Pero bueno, tambien me he pasado de palabras a pesar de usar palabras dobles para que el contador marcara menos.
AQUÍ están el resto de aportes.
Poppy era un hombre-pulpo. No era un humano masculino sobón, como la mayoría estará pensando. Era un hombre-pulpogigante, en plan lo que sería un hombre-lobo, pero permanente, y en pulpogigante. La proporción de hombre-pulpogigante era 10-90. Vivía en la Atlántida; su parte humana quería saber dónde estaba exactamente, por eso se afincó allí.
El pulpo, como todo el mundo sabe, es una especie de origen alienígena, ajena a cualquier parecido con otros cefalópodos, pero en algún sitio había que clasificarla. Tiene nueve cerebros. Esta característica, pensaron los ingenieros alienígenas, la haría sobresalir sobre todo el resto de especies. Pero resultó que no. Era muy blandito, poco resistente físicamente. Así que los ingenieros alienígenas lo rediseñaron en forma de pulpogigante. Pero ni por esas. Tras unos siglos de espera, lo volvieron a rediseñar; esta vez lo recombinaron con la especie que sí que sobresalía en el planeta: la humana. Lo dotaron de un cráneo duro que protegería los nueve cerebros, que se distribuían normalmente las tareas del siguiente modo: ocho, uno para cada tentáculo, y el que quedaba, para coordinar el conjunto.
A los ingenieros alienígenas les pareció buena idea poner un poquito de calamargigante, por lo del pene de un metro, porque era una especie nueva, de un único individuo, que debería reproducirse a toda leche, para poder repoblar la Tierra en el menor tiempo posible. Los alienígenas piensan que el tamaño sí que importa, por eso lo del paso de pulpo a pulpogigante.
El problema fue que con el cráneo se introdujeron otras características humanas no controladas. El noveno cerebro, en lugar de ocuparse de la coordinación de los otros ocho, pasó a hacer lo que hace el cerebro del 50% de la población humana en su fase juvenil: pensar con la polla.
Esto no gustó nada a Siete, que era el nombre del tentáculo número siete; muchos cerebros no implica mucha creatividad. Se le antojaba injusto que el cerebro que se encargaba de la reproducción, cuyo nombre no voy a reproducir, disfrutara todo el rato mientras él tenía que conformarse con sujetar a la hembra. Y aquí hizo aparición la característica humana que más ha hecho por el avance de la especie: la envidia.
Tras una serie de maquinaciones que provocó un desmesurado desarrollo de su cerebro, Siete consiguió hacerse con un martillo durante una de sus visitas a la fragua Atlante. Con buen criterio había deducido que aquella herramienta podía causar grandes destrozos, mientras que el resto de cerebros, incluido el noveno, no sabían ni lo que era, aunque se quejaban mucho porque dificultaba la navegación. Pero aquello no duró mucho. Justo hasta el siguiente asalto sexual, en el que Siete calculó la posición en el cráneo del cerebro número nueve, y atizó martillazo en el momento culminante de la cópula, para que al menos el noveno cerebro y su miembro se fueran felices. Pero el momento culminante provocó un movimiento espasmódico del cráneo que Siete no había calculado a pesar de su inteligencia. Como cabía esperar el martillazo fue a dar en el cerebro de Siete con catastróficas consecuencias. Como según los últimos estudios médicos el fallecimiento sobreviene con la dejación de funciones cerebrales, Poppy sufrió el primer suicidio parcial de la Historia.
Y este es el motivo, y no otro, por lo que los humanos seguimos siendo la especie dominante en el planeta.
Yo es que soy mas de calamar que de pulpo, pero da igual, sigo siendo igual o mas de depredador.
ResponderEliminarMás de calamar que de pulpo? Eres también de una especie nueva😜
EliminarAbrazooo
El pulpo ocho cerebros, la medusa ninguno y cualquiera de los dos no vive más de dos años. Los humanos tenemos uno pero eso sí a medio usar.
ResponderEliminarNo sabía lo de los dos años. Debe ser una de las consecuencias de ser blandito. Las medusas... puaj... a quien se le ocurre investigar a las medusas... pero las medusas no eran las que eran inmortales? Alguna especie parecida debía ser..
EliminarAbrazooo
Tantos cerebros en un cuerpo no puede ser bueno. Un beso
ResponderEliminarTienen más posibilidades de tumor cerebral y de embolia y de ictus... no sé ni cómo llegan a los dos años
EliminarAbrazooo
Me has dejado meridianamente claro porque el hombre es el Rey de la naturaleza.
ResponderEliminarBueno... El rey es el leon. El hombre.bre el presidente de la República... y de prestado
EliminarBesoooo, Tracy
Pues entonces si queda confirmada una de mis sospechas de que los pulpos vienen de otro planeta, lo cual no deja de ser inquietante: Como el pulpogigante hay mas hibridos en camnino de disputar el señoreo del planeta tierra. Esta por ejemplo un hibrido de delfin-con-chimpance que parece corrige todos los problemas que tenemos. Los dias de nuestra especie estan contados.
ResponderEliminarcon chimpancé? No participamos ni en la mitad? Yo que pensaba que ya no tendría que aprender a nadar...
EliminarAbrazooo Jose
¡Hola, Gabiliante! Ja, ja, ja... Ya lo dijo Woody Allen: el cerebro es su segundo órgano favorito. Divertido relato que diría que tiene su punto mitológico sobre el origen del matrimonio, ese anillo, como cortarrollos erótico festivo. Un abrazo!
ResponderEliminarEs que woody Allen sabe mucho. El cerebro esta muy sobrevaloradoo.
EliminarAbrazooo
Ahora se entiende todo.
ResponderEliminarEso era!!! jajajajajaa
Claro oo... es que por algo tenia que ser. Por las buenas y sin oportunidad de relevo no podía ser.
EliminarAbrazooo
Derrochas imaginación y frescura en el lenguaje. Ese pulpo-hombre es claramente aliénigena :-) La dotación del noveno cerebro no fue muy acertada, me temo :-)
ResponderEliminarBrillante. Un abrazo fuerte, amigo.
La dotación del noveno cerebro es parte de la aportación humana. Bueno, más bien la asignación; la dotación era del calamargigante
EliminarBesoooo amiga
Contigo las risas están aseguradas, Gabiliante.
ResponderEliminarSiempre es un placer sumergirse en tus disparatadas y divertidas historias. Aunque, es muy probable que sea esa la razón, porque hay muchos humanos con bastante menos inteligencia que Siete, que en paz descanse ;-)
Los cerebros humanos tienen una misión cambiante según la edad y diferentes capacidades según el individuo. No se puede ir contra la naturaleza.
Eliminargracias y me alegro de que disfrutes.
Abrazooo
Y entre los humanos, las humanas dominan más.
ResponderEliminarBueno, también hay etapas y diferentes individuas, pero si hacemos la media, seguramente tienes razón.
EliminarAbrazooo
Bueno queda aquí la duda de "como usar el cerebro". Con tantos es imposible llegar aún acuerdo seguro
ResponderEliminarLucy Ferro
Minotaurita
Y más ahora que el noveno cerebro, el coordinador, se dedica a labores reproductivas.
EliminarAbrazoo,Lucy
Jajaja delirante a más no poder me has hecho reír con todos los cerebros! Un abrazo y buen fin de semana Gabi
ResponderEliminarRealmente me has hecho reír con tu historia, disparatada pero para pensar a la vez , excelente realmente, un abrazo Gabiliante.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Entonces, los humanos tienen que agradecer la torpeza de los científicos alinenígenas.
ResponderEliminarSaludos-
Hola, Gabi.
ResponderEliminarYa tu presentación del texto tiene su miga. ¿De verdad las palabras dobles cuentan la mitad? ¿Estás seguro? :-) y la sonrisa sobreviene de inmediato.
Nos has planteado una hipótesis que da explicación a muchas cosas, las evidentes y las que subyacen. Realmente, creo que con ese martillazo, de alguna manera, los cerebros, tantos, no servían para mucho y se vieron afectados. Así nos va ahora, que muchos siguen pensando con un cerebro que no anda en la cabeza y otros, el que tienen sobre los hombros, lo usan al 50% y cuando es al 100%, unos pocos, no es para bien. En fin, que no vengan más alienígenas porque con tanta probatina... no sé yo.
Mil gracias por tu texto, por la siempre presente sonrisa y por ese hilillo irónico que hay en tus relatos.
Un beso enorme.
Riqueza de imaginación con exagerado cerebro. Saludos.
ResponderEliminarEs que la envidia es una gran maldición... y tener mucho cerebro, parece ser que también! Ja, ja! Sin duda por culpa de estos pequeños reveses del destino que los pulpos no dominan la tierra! Un besote amigo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarque hizo siete, pero le sirvió de poco y es que la envidia no es buena consejera. Divertido, diferente, tu relato me ha llevado por otras profundidades distintas a las oceánicas.
ResponderEliminarSaludos y felicidades.
Se ha cortado el inicio de mi comentario, es este:
ResponderEliminarTodo un descubrimiento el que hizo siete...
Me parece un motivo aceptable y arbitrario, como cualquier otro, ¿o no lo es?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola, vaya con el pulpo.
ResponderEliminarMe gusta a la vinagreta y a la gallega, pero vamos, que desde ahora cada vez que me tome una ración, me lo pensaré dos veces. No sea que si amanezco al día siguiente con más de tres cerebros, sería una pasada, pero no bueno, ya me cuesta con uno imagínate con dos jajaa.
Eres un crack, ahora bien tu reto podría tener una doble lectura, eso ya cuado tengo dos cerebros, te cuento ajja. Un besote grande.
Que bueno que todo eso es producto de tu mente fantasiosa (para no decir cochambrosa) porque no quisiera por ningun momento, coexistir en un universo donde habite ese pulpo...ya bastante tenemos en este con los "manotas" para tener que estar librándonos de los babosos octópodos (lo de babosos es por moluscos, sin ofender)...Te felicito, tienes una mente brillante para generar estas historis tan divertidas..Abrazooo igual
ResponderEliminarInteresantísimo, ja, ja. Tú ya verías el final, pero no. Es inimaginable para cualquiera que no sea pulpo, alienígena,calamar, o tenga el humor de un GabiliArte, aunque creo que eres único. 😃
ResponderEliminarEspera... si era un único individuo... la hembra qué era??? Había que sujetarla bien.. menos mal que escapó...
Besó y sonrisaaaaa
Interesante historia de origen. Y tal como venimos los humanos, disparándonos en el propio pie, de milagro seguimos siendo la especie dominante. O eso nos gusta creer que somos.
ResponderEliminarVa un abrazo, Gabiliante.
Please read my post
ResponderEliminarBeautiful blog
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