Esta semana nos convocan Patricia y Rosana desde su blog ARTESANOS DE LA PALABRA y el tema es el Sacudón, que para los que no quieran mirar el diccionario, es una sacudida a lo bestia, una que te hace cambiar para siempre la forma de pensar. Y de actuar. Puede ser un relato de ficción o de otra manera. El mio es de ficción.
AqUI poséis encontrar el resto de sacudones
―Pero ¿cómo que se dio a la fuga? ¿Nadie vio nada? Fue en pleno día ―La desesperación del padre iba en aumento. La madre no paraba de llorar, dando gritos ocasionalmente― ¿Dónde está su superior?
―No tengo superior, al menos en este edificio. Sí que hay algún testigo. ―Luego bajó el tono y se llevó al padre a un rincón―. Escúcheme; esto no puedo decírselo pero hay dos testigos que indican que el asesino conducía cómo si fuera borracho, pero no vieron la matricula. El modelo del coche es muy común pero haremos lo posible. ―Luego volvieron donde la madre, que seguía llorando, sin haber llegado a percibir la momentánea ausencia de su marido―. Ahora deben ir a la Oficina del Forense a identificar el cadáver.
El padre se tranquilizó mínimamente y transmitió, casi sin querer, la calma a su esposa. Este poco conocido mecanismo de transferencia emocional sin palabras, ni tan siquiera miradas, se produce en parejas muy veteranas. Su hijo era oriental y había sido adoptado por imposibilidades físicas de los padres cuando ya contaban más de cuarenta cada uno. Al chico le gustaban las motos pero no había tenido mucho tiempo de adquirir destreza, ya que solo hacía un par de meses que sus padres, por fin, le habían comprado la Kawasaki. Aquel engendro solo había hecho que ayudar a matarlo. La cabeza del chaval había quedado entre el asfalto y el engendro cuando el coche del asesino pasó por encima de ambos. Antes de salir de la comisaría el padre creyó reconocer al modelo de un retrato que colgaba en un cuadro en la misma entrada del vestíbulo. Fuera quien fuera debía confundirse pues no conocía ni había conocido a ningún policía. Sintió cierta afinidad con él, quizás por las arrugas que delataban su jubilación; una condición que les igualaba.
La investigación no progresó y el caso se aletargó en un par de meses. Ahora la desesperación no era rabiosa, sino más bien contenida.
Una noche que no podía aguantar más en casa salió a tomar una copa a un bar de mala muerte; sin su mujer que se había ido a la cama a no dormir, temprano. Se había tomado dos cuando vio que salía del bar uno que se había tomado cuatro. Le siguió y comprobó cómo se subía al coche y se iba. Él había venido andando. La noche siguiente volvía y comprobó que los humanos somos animales de costumbres. Cuando iba arrancar le picó en la ventanilla. El borracho la bajó. Había visto en un reality de estos de true crime, un caso de un “sérial” que metía a sus víctimas el puñal por la yugular pero en dirección a la garganta, de modo que no podía gritar porque se ahogaba con su propia sangre. Resultó que era cierto.
Al día siguiente cambió de bar. No quería que establecieran un patrón enseguida. A veces tenía que tomarse cuatro o cinco copas para encontrar una víctima. Se iba a casa en coche porque a veces para despistar se tenía que desplazar kilómetros. Pero se iba con el convencimiento de que si no había ajusticiado al asesino de su hijo, aunque fuera sin saberlo, había salvado una vida; una inocente.
El Departamento de Policía de Los Ángeles había demostrado su inutilidad no atrapándolo. Él confiaba en seguir mucho tiempo con su nueva actividad autoimpuesta. Al fin y al cabo Colombo ya se había jubilado.
Un investigador retirado puede se implacable como asesino vengativo, ya que conoce todas las debilidades que hacen caer a los asesinos convencionales. Y puede usar ese conocimiento para evitar cometer errores.
ResponderEliminarEfectividad que aumenta con la inutilidad de la policía.
Saludos.
No tenía intención de que el padre fuera policía, solo contaba con la ventaja de que Colombo ya se había jubilado, que es una ventaja extraordinaria para la impunidad.
EliminarHe visto por casualidad en tu perfil que eres fan de la fundación,( bueno, preludio, pone) . Lo digo porque estoy viendo la serie. No sé si recomendarte.Tiene mucho margen de mejora, y lo digo sin haber leído la novela.
Abrazooo
Pues, con menos han montado series de cuatro temporadas :) La venganza ciega nada tiene que ver con la justicia, supongo que el padre lo sabe, pero sólo quiere ahogar su dolor, ¿verdad?
ResponderEliminarPus sí, creo que no tiene mucho afán de justicia , solo mucha rabia.
EliminarAbrazoooo
El sacudón fue tal que sacó afuera a otro o al que siempre se escondió dentro de él, vaya a saber...
ResponderEliminarGrande Gabiliante otra vez!!
Exacto . Es mas bien eso. Otra persona. Que generalmente y por fortuna no llega a existir, pero a veces. Las circunstancias del desencadenamiento son variables y subjetivas.
EliminarAbrszooo
Hola Gabiliante, impresionante relato, se siente no solo el deseo de venganza sino también la angustia por pérdida irreparable de un hijo. Como investigador experimentado supo seguir, rastrear y si ese no era el asesino de su hijo, tampoco sería asesino de alguien más.
ResponderEliminarMuy buen relato, muchas gracias por participar de nuestra propuesta, un abrazo.
PATRICIA F.
Creo que se montó una excusa tan buena como cualquier otra. De hecho, él mismo volvía a casa conduciendo, borracho. Después de 5 copas de espera en algunas ocasiones... es hasta raro wue acertarás con el puñal.
EliminarAbrazoooo
que hermoso todo lo que te leo!
ResponderEliminarHablar de asesinato e injusticia es más valido que hablar de sexo. Hoy se permite el aborto, el hormonar un niño, la diversidad, y la confusión resultando el sexo el peor pecado, porque se habla de algo natural....
ResponderEliminarUna justicia un poco injusta. Un beso
ResponderEliminarUna historia intensa de una venganza aleatoria. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
Dicen que la justicia es ciega, sobre todo aquí en México (tee hee), pero al parecer también se emborracha y cambia de bar cada noche, como aquí en México (tee hee). Menos mal que ahora tenemos a 'Vengador Anónimo: Edición Conejo Jubilado' patrullando los suburbios con más motivación que toda la comisaría junta... Sería buen cómic, piénselo, que se ponga a tembar Boogie el aceitoso.
ResponderEliminarDicen que la venganza es un plato que se sirve frío, a ver cuánto le dura a este hombre por la muerte de su hijo. Un abrazo
ResponderEliminarAnte la desesperación de una pérdida, de un dolor irreparable, el alma doliente de un padre que busca hacer ¿justicia? Por mano propia. Muy buen aporte, gabi. Un abrazo
ResponderEliminarOlá, Demiurgo!
ResponderEliminarUma situação dupla do que comete o crime e de quem o sofre.
Ao fim, dúvidas e espírito de dar o troco no golpe sofrido.
Uma situação compatível com muitos casos atuais.
Entre ficção e realidade, casos seguidos assim acontecem.
Tenha dias abençoados!
Abraços fraternos de paz
No hay mejor trabajo que el que uno hace.
ResponderEliminarEso debió pensar tú prota y efectivamente le dio una lección a la policía
Seguro que evitó mucho dolor.
ResponderEliminarEs justicia aleatoria universal.
la venganza se sirve mejor si la victima esta bebida, por que coopera, puedes si tienes mano izquierda que te cuente unos chistes antes de degollarle Un abrazo
ResponderEliminarAhora entiendo qa que se debe tanta criminalidad: No hay buenos detectives: Sherlocke, Poirot, Canon, Magarret, el ya sitado Colombo, Barnaby Jones.... y miles de otros todos estan o muertos o jubililados, ahora bien...
ResponderEliminarsi el cuento puede describir un drama, horrendo: ocurren accidentes gente muere aplastada por autos y camiones.... y esos casos duermen en los juzgados un sueño eterno, que llama a eso:
la aparicion de Vigilantes dispuestos a combatir los entuertos
yo me goze este relato... y eso que esta prohibido el gore desde hace un tiempo en los jueveros, espero no haya sancion por parte de los organizadores.
Pues me queda como moraleja del cuento que no hay que adoptar chinos, o mejor dicho no adoptar a nadie para evitarse terminar convertido en asesino
ResponderEliminarNo matarás quiere decir no matarás.
ResponderEliminarComo en toda vida real, la justicia no hace lo necesario y solo queda usar la justicia propia.
ResponderEliminarNuevo seguidor.
Saludos.
Hola Gabiliante, le deje tu comentario a Mercedes en su blog, a mi tambien me ha pasado de no poder comentarle antes, hasta que me explicó como hacerlo para poder ingresar.
ResponderEliminarAbrazo.
PATRICIA F.
Concuerdo con Beau. Por eso hay que hacerlo película ¡ya!
ResponderEliminarEl inconveniente de la justicia por mano propia es que mucha gente tiene extraños silogismos y algunos inocentes pueden terminar mal... bueno, no tan diferente de la "Justicia" que gobierna al Mundo hoy, por cierto.
Abrazos, Gabi!
Interesante historia. Compleja cuando se empieza a analizar. Incluso media chistosa: voy a asesinar a algún conductor, a este, por ejemplo, por si las moscas resulta ser un asesino al volante... Entre ponerle y no ponerle, mejor ponerle (aplica para varias cosas, pero en este caso mejor que no). Va un abrazo, Gabiliante.
ResponderEliminarLa policía no llega a todo y algunos no aguantan que no se haga justicia. Si la gente acudiera a varios juicios penales y viera lo que hay por el mundo, estoy sería mucho más corriente y no lo digo juzgando a nadie sino como apreciación meramente objetiva como alguien que sí ha ido a juicio.
ResponderEliminarA pesar de que tiene ese humor marca de la casa, este no me ha hecho reír. Una vida truncada, sus pobres ancianos padres sin remedio y... mientras el asesino por ahí matando a más personas...
Un abrazooo...
Te puedo invitar a leer un relato que quiero publicar y que me dejes tu opinión o comentario para participar en una convocatoria de factor literario internacional?. Es importante para mi, pues es literatura erótica , y podría significar la publicación de un libro. Gracias, te espero en adoquines-mojados... https://adoquines-mojados.blogspot.com/2025/08/las-huellas-vitreas.html
ResponderEliminarQuien se pone al volante borracho o drogado, es un asesino en potencia. No voy a juzgar a ese padre al que un criminal consiguió enloquecer de dolor.
ResponderEliminarUn gustazo leerte.
La policía, de seguro, ni siquiera estaría buscándolo...
ResponderEliminarSaludos,
J.