Esta semana juevera nos convoca NEOGÉMINIS para escribir un texto basandonos en una de las imagenes nostalgicas que nos propone. Poco antes de publicar el mio, veo que el titulo del reto es "rastros de una existencia, o sea que mi relato se va a acercar a lo solicitado pero no da en el mismo blanco, un poco de refilón...
La imagen escogida es esta, una foto magnífica:
Podéis encontrar el reto de rastros AQUI
La parte más fresca de la casa de mis abuelos era la escalera, por eso pasaba algunos ratos allí sentado, sobre todo a la hora de la siesta. Acariciaba el filo desgastado del borde de madera del escalón. Era la cosa más suave que había tocado. No era exactamente suave, era… otra cosa. Luego me llevaba la mano a la nariz y olía a… no era exactamente a lo que olía allí. Olí la pared vieja, mal alineada con desconchones del encalado azulado, húmeda, pero tampoco era exactamente a lo que olía allí. Pensé que olía a mis abuelos; ellos olían parecido pero tampoco era lo mismo. La baranda encastada en la pared tampoco olía igual. Luego pensé que era olor a casa vieja pero en las habitaciones no olía así; un poco parecido pero no mucho. Cada habitación olía distinto y muy diferente del salón-hogar-cocina.
Un día fuimos a visitar a una prima de mi madre, que vivía en otra casa vieja. En cuanto nos abrieron la puerta me vino ese olor; este sí que era el mismo. Pero cuando pasamos al comedor ya no. Jugué con mis primos por varias habitaciones, subimos al cabalto y bajamos a la bodega, pero en ninguno de esos sitios olía igual.
Cincuenta años después, en una ciudad moderna, fui en visita profesional a una casa vieja; de vecinos, no “unifamiliar” como la de mis abuelos. Cuando el portero electrónico me abrió y franqueé el umbral volvió ese olor. La baranda no estaba por el exterior, como en la casa vieja de mi infancia, sino por la parte del hueco. Al llegar piso donde me esperaban, disimuladamente, me olí la mano, pero tampoco olía igual, y mucho menos dentro del piso a donde iba. Cuando me fui de allí fue la última vez que olí a escalera de casa vieja.
Está claro que cualquier tiempo pasado no fue objetivamente mejor.
Ciertas cosas y materiales tienen un olor especial que nos evocan otros tiempos y lugares: el olor de la madera vieja del pasamanos de una escalera antigua junto con el también particular del hierro de sus barandas nos puede transportar fácilmente a lugares familiares de otro tiempo! A quien no le ha pasado alguna vez? Es como una regresión en el tiempo y el espacio! Je, je! Un besote amigo!
ResponderEliminarSi , aunque resulta poco común que vuelan recuerdos de la infancia, en lugares que no sospechamos
Eliminarbesooo ,amiga
El olor es algo que te traen recuerdos de todas las etapas de la vida, te trasladan a ellas y, por lo general, las "vives" en el recuerdo. Esperaré a más participantes. Os sigo leyendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
gracias. lo chocante es encontrarlo en lugares insospechados.
Eliminartraen recuerdos muy vívidos de tiempos más que de hechos
abeazooi
Tengo algún problema con el olor, a veces he tirado algo recién comprado a causa de su olor, otros intento mantenerlos porque son recuerdos. Cada casa huele diferente lo he comprobado. Un abrazo
ResponderEliminarLas casas sí, pero no la escalera. dentro de una misma región, supongo por la forma y materiales. Las escaleras, si no se ha reformado nada claro, todas huelen igual. supongo porque no se vive en ellas, solo se pasa
Eliminarabrazooo
Los olor3s traen recuerdos. Un beso
ResponderEliminarlo que a veces sorprende es donde surgen esos ollores actuales
Eliminarbesosss
Dicen que el olfato es el sentido que tiene más memoria. Me imagino que este caso, no te hará gracia que tu olfato tenga tanta memoria.
ResponderEliminarsi... porque no?
Eliminarno he querido insinuar nada negativo, al contrario. aquella casa se vendió y la reformaron.
Abrazoo
Ese olor tan indefinible al fin se recupera, nunca es tarde, parece.
ResponderEliminarUn buen post, con ese olor de una casa, o un escalón en concreto. Un fuerte abrazo, amigo.
Ese olor concreto casi siempre es en las escaleras de casa viejas, pero sorprendió que me surgiera en barna.
Eliminarbesazooo amiga
Los olores persisten en la memoria, ese olor a un sinfín de cosas, delataba la armonía de una casa, en palabras de hoy, el maridaje de los olores flotantes de la comida, las ramas de lavanda, espliego... en armarios y estancias, esos pañuelos con colonia, pasados por la frente y el cuello...
ResponderEliminarGracias por tu post, hiciste recordar, otra época y otros lugares.
Abrazo.
Yo solo me había centrado en un olor , pero tu nos has traído toda una sinfonía de olores wue flota por las estancias, así que gracis a ti , Alfred
EliminarAbrazoo
Hola Gabi, un micro lleno de nostalgia, recuerdos y olores, estos se impregnan también en nuestra memoria y es imposible quitarnos su impronta. Bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Y que co tintero siendo imposible. Aquella casa ya se vendió y la reformaron así que aquel olor ya... tendré que sentirlo en otro sitio
EliminarAbrazooo
Voy el quinto comentario ajajay, a ver si esta vez es la definitiva.
ResponderEliminarLos olores , dicen mucho de nuestros recuerdos, y aquí en tu texto quedó bien definido. Me ha gustado , noto ternura en tus letras. Un beso.
Jajja. La ternura en mis letras es poco frecuente, pero a vececes...
EliminarGracias por la insistencia en comentar y
muchos besoss
jajaja siempre tan ocurrente! Y nos dejas con las ganas de saber de qué era ese olor! jjjjeje. Un abrazo y muchas gracias por sumarte
ResponderEliminarNo hay misterio; es el "olor a escalera de casa vieja" , que es un olor característico y diferente del "olor a casa viejas de otras estacias" , que ese es cambiante. pero el de la escalera es en todas las casas igual(excepto si en la cocina están friendo sardinas)
EliminarBesoss , Monica y mil gracias a ti
En el reino animal, para la mayoría de las especies el sentido del olfato a menudo es necesario para su supervivencia. Los humanos que hemos desarrollado el pensamiento como herramienta, hemos dejado en el camino gran parte de los cinco sentidos de los que fuimos dotados. A veces algo de lo que vemos, oimos, olemos, saboreamos o palpamos se nos queda grabado permanentemente por su intensidad. Creo que el olor a madera vieja, peculiar de las casas antiguas, puede ser perfectamente uno de esos episodios que recordaremos siempre.
ResponderEliminarSobre todo, al menos a mi, me pasa con olores de la infancia. Ahora , a nosotros, para cazar nos basta con la vista para identificar la puerta del supermercado que toque.
Eliminargracias por pasarte
Abrazoo
¡Hola, Gabiliante! Dicen que el olfato es el sentido que más enlaza con los recuerdos. Que basta con oler algo para que evoquemos algún aroma parecido y se disparen los recuerdos de aquel momento. Y creo que es verdad, leyéndote he evocado esos olores que describes y me han llegado imágenes parecidas. El pasado como todo, tuvo sus cosas mejores y peores, es cuestión de ponerlo todo en la balanza. Un abrazo!
ResponderEliminarEso de la memoria reptiliana que nos queda en lo más profundo de la mollera.
EliminarLos ores del pueblo de mis padres es lo wue más se quedó grabado creo yo.
Aunwue hasta wue no vuelven a relevarse, no se sabe.
Quien necesita la objetividad, que siempre depende de la fuente, teniendo la subjetividad.
Abrazooo
La memoria olfativa también nos retrotrae a la infancia...Buena aportación. Saludos!
ResponderEliminarlady_p
Si . En la infancia parecen estar recogidos todos los olores. nose si en la madurez juvenil que nos define, se quedan igual de grabados los olores.
EliminarAbrazooo
Hola Gabilante, de momento somos tres los que coincidimos en la imagen. Pero ese olor que narras me ha recordado el olor a pintura cuando mi madre encalaba el piso, y sobre todo ese olor particular de la casa de mi abuela, un olor entre una mezcla de viejo y rancio tan particular que se queda en tus fosas nasales y despierta cuando menos lo esperas. Me gustó mucho. Un abrazo
ResponderEliminarEl que yo refiero es más parecido al de la cal, pero envejecida, es un olor un poco fresco, un poco húmedo.
EliminarAl final más de tres seguro, es que es una foto magnífica.
Besoss Nuria
Hace poco, en un comentario, me hablaron de la magdalena de Proust. Como los olores disparan ciertos recuerdos en nuestro interior. Creo que nuestros objetos, con el día a día, terminan por tener algo de lo que somos que sale en forma de ese olor... En los olores de la infancia guardo el de las casas, el de los establos y el de un pajar, con una luz dorada que entraba por lo ventales y el arrullo de las palomas.. a saber si ese lugar existió ;)
ResponderEliminarPuede que no existiera entonces, pero seguro que existe ahora, cuando escribes esto. Y sntes de tiempo perdido ¿ como se llamaba esto del olfato y los recuerdos?
Eliminaryo recuerdo el arrullo de las gallinas. Y el olor del corral y la cuadra y la pocilga donde tenía mi tía el cerdo. muchos de esos ya no los sentiremos porque ya no se pueden tener así los animales. Igual la cuadra sí, porwue eso no habrá cambiado mucho.
Abrazooo
Ese olor especial de lo viejo que yo no soporto muy bien (por ejemplo no me gusta el olor de los libros viejos y eso que a la mayoría le encanta) está claro que todos somos diferentes en cuanto a la percepción de los olores. Buen relato, besos.
ResponderEliminarEso es porque debes tener, como un oar de amigas mías, fijación por el olor de las librerías y los libros nuevos.
EliminarGracias Inma. abrazooo
Hay olores que traen recuerdos, algunos son específicos sobre todo los de la niñez, esos parecen quedar impregnados, algunos lindos y otros quizás que no queres ni recordar...
ResponderEliminarPense que me iba a encontrar con algún muerto escondido jeje porque serias capaz, pero eso hubiera sido con las sillas,
Un abrazo Gaby,
Jaakja... Me tienes encasillado en relatos estramboticos... Y aquí no sale nada raro..
EliminarGracias Cecy.. Abrazo fuerte
Pues no se yo que tendrá esa escalera, miel le han tenido que impregnar en la madera de los escalones porque nos atrae a todos como a las moscas, jejeje, como ves, también me quedé pegada a ese no sé qué del lugar. Mucho chulo, leyéndote me ha crecido la nariz y te aseguro que no soy Pinocho, bueno, lo que quiero decir es que me has hecho agudizar ese sentido al relacionarlo con la memoria y ciertamente, el olfato nos lleva fácilmente a rastrear el pasado sin saber muchas veces ni cómo nos sucede. Besos, Gaby!
ResponderEliminarQuizás por eso tanta evocación, por los aromas, parecidos pero no iguales que nos traen recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Coincido con algún comentario anterior, que nos dejaste con intriga sobre que era ese olor.
ResponderEliminarSaludos.
Por el olfato recuerdos mil
ResponderEliminarnos traen mundos sin fin
Olores de tiempos pasados nos evocan... así el progreso todo lo haya derrumbado y muy hondo sepultado.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
JJjaa. Lo del misterio no me había fijado, pero si... es como algo de causa desconocida, que wuizas alguien investigue.
ResponderEliminarabrazooo
huele a años, los objetos hasta las personas adquieren una pátina olorosa especial Un abrazo
ResponderEliminarOlor a escalera de casa vieja... Quizás puedes hacer una línea de perfumes, Gabi ;)
ResponderEliminarMe gustó mucho tu relato, más nostálgico que los que nos tienes acostumbradas.
Un besazo
Hace unos días visité la casa de mis abuelos (ahora vive mi tía) y ni reformando ni lavándole la cara al piso ha conseguido que olvide cuando ellos estaban allí, ¿será el olor? No lo había pensado.
ResponderEliminarBesos.