Esta semana nos reta MARIFELITA cogiendo el testigo de MAG en lo que a retos difíciles se refiere. Nos ofrece una serie de imágenes de mujeres en la guerra participando en ellas de modo distinto a como víctimas.
El tema, como no podía ser de otro modo, es: Mujeres en la guerra.
La imagen que he escogido es esta:
Podéis encontrar el resto de Guerreras AQUÍ.
Las hormiguitas. Así era como llamaban a esta unidad de las WAAC. Se habían cansado limitar su acción a labores administrativas, logísticas y de telecomunicación.
Estaban encargadas de recuperar del campo de batalla los cuerpos de soldados caídos. Se respetaba esta labor incluso en el bando contrario, y nadie les disparaba.
Como estaba de moda, aunque prohibido, el uso de armas químicas, las féminas estaban obligadas, por razones de supervivencia, a usar máscaras antigás. Como fuera que la estética de estos artilugios las hacía parecer poco menos que monstruos, decidieron por ellas mismas, sin consultar a nadie, pero sin infringir las normas, conservar una dignidad estética y un cierto grado de belleza interior. Porque, aunque soldados, no iban a renunciar a su feminidad.
El tema se resumía en que se obligaban a ir maquilladas bajo aquellas horribles máscaras, y a llevar ropa interior de marca, en la medida de las posibilidades de cada una. No es que compitieran pero casi casi. Su grito de guerra era el titulo de la famosa canción: ¡Antes muerta que sencilla!. Y era ese espíritu el que trataban de transmitir. Alguna lo tildó de frívolo, pero con el argumento de que no se hacía mal a nadie, todas acordaron llevar los referidos complementos con el uniforme.
Cierto día una de ellas resultó gravemente herida a causa de una bala perdida. Eso gritaron los de la trinchera de enfrente, consternados por el suceso.
En el quirófano nada pudieron hacer por salvarla. Cuando sus compañeras entraron para identificarla, un “Ohh” de todas la que acudieron inundó la sala. Una de ellas le froto la comisura de la boca para no emitir un juicio precipitado:
―¡No va maquillada!
Otra destapó el cuerpo dejando al descubierto una ropa interior que ni cuando se compró por primera vez debía tener marca. Otra exclamación se escuchó, esta vez mas contenida.
―¿Quién es? ―preguntó una.
―¡Antes muerta que sencilla! ―intervino otra.
―No sé ―contestó otra.
―Yo no la conozco.
―Yo tampoco.
―Va, chicas, que tampoco es plan de eso ―intervino verbalmente el cirujano, conocedor del secreto a voces de la indumentaria interior de las chicas.
―En serio que no la conocemos. ¿Alguna la conoce?
Todas negaron.
―Que alguien vaya a buscar urgentemente al comandante ―ordenó el médico.
Quedó claro que el ejército enemigo desconocía las complejidades del uniforme de las hormiguitas.
No he puesto la canción porque recientes investigaciones pusieron de manifiesto que se escuchó también con cierta frecuencia en Sudamérica.
Creativo al maximo, y por si el relato te pareciera poco nos dejas una PD genial, original y ocurrente, abrazos
ResponderEliminarRealmente hice un estudio concienzudo sobre si esta canción se había escuchado en ultramar. Le pregunté a la IA.
EliminarAbrazooo
Hola Gabi!
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, y es que incluso en guerra hay que mantener unos mínimos porque la vida, de una forma u otra, o quizá solo para algunos, continua! Me ha gustado mucho la filosofía de estas "hormiguitas" como tu las has bautizado! Muy bien buscado el nombre para su misión especial! Muchas gracias por animarte a participar en este reto aun resultándote más complicado de otros! Pero es que para ti no hay reto imposible compañero! Un besote!
Gracias ati, por un reto tan estimulante. Los retos son retos, como su nombre indica. Y si no sale nada, es que no se ha hurgado bastante. Lo digo por las balas de los que recogían son con vida😝
EliminarBesazooo amiga
Olá, Gabilante!
ResponderEliminarUm conto com rosto de veracidade, poderia ser até...
Máscaras protetora dos efeitos de armas químicas um dia talvez todos teremos que usá-las... infelizmente.
Não estamos longe de uma realidade assim... oxalá a humanidade tome outro rumo pacificador!
Todos estão sujeitos ao chamado numa guerra mundial. Ótimo texto participativo! Enredo inusitado.
Tenha dias abençoados!
Abraços fraternos de paz
Ya hemos ensayado lo de llevar máscaras protectoras con ell covid. Solo habría que llevar unas más grandes.nos acostumbrarnos sin problema.
EliminarAbrazooo
Muy original y creativa tu historia Gabiliante, me encantó y como siempre me arrancaste una sonrisa, me encantó leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
¿Cómo una sonrisa? Este era un relato trágico. No podía uno reírse, solo acabar compungido😝
EliminarAbrazooo y graciss
Yo NO vi esa imagen que me parece poderosamente surreal, me dan ganas de escribirme otro relato de "mujeres en la guerra", pero si... parece hormigas.
ResponderEliminarEsto paso en el 2020? Seria pues la guerra de Ucrania o la de Israel, no estoy seguro.
Pero je je, buena medida para detectar espias e infiltradas.
Supongo que tienen razon ir bien arregladas debe ser una prioridad de estos equipos de guerra, supongo el cabello tambien deberia estar inmaculadamente arreglado.
Es posible que tambien se dedicaran a desactivar minas.
(mi teoria es que la foto la colocaron mas tarde....)
Aún puedes hacer el relato para el tintero de este mes. El Tintero de formol ( que algo tiene que ver con las hormigas. Y más aún el tema: el anonimato.
EliminarAbrszooo
Una infiltrada que no conocía las reglas internas y que fue abatida por una bala perdida de su bando.
ResponderEliminarQue curioso.
El destino conocía wue esta no era una verdadera hormiguero, de ahí que coincidiera con la bala en el mismo lugar y momento.
EliminarAbrazooo
Gabi, hoy te has salido de la fila y nos has hecho un texto muy creativo , ignoro por completo si eso que cuentas es inventado o realidad existió , pero fuera como fuere has estado de diez. Un besote .
ResponderEliminarEs todo inventado. Si fuera real no tendría mérito de mi parte, aunque sí de el de ellas.
EliminarBesazooo, Campi
Tan original como de costumbre :) Mi madre siempre se empeñaba en que fuese bien vestido, incluso la ropa de estar en casa debía estar impoluta.. Parece que mi madre sabía cosas...
ResponderEliminarYa re digo si sabía. Seguro que tú no sabías que era miembro del contraespionaje.
EliminarAbrazooo
Algo sospechaba, no te creas, pero en mi familia siempre hemos sido de mirar para otro lado hasta que el tren nos atropella.. entonces ponemos cara de sorpresa y nos decimos, ¿qué ha pasado?
Eliminar"Antes muerta que sencilla" conocí chicas así, a veces pienso si cambian las cosas si me baño, pongo colonias caras y me peino bien fashion para ser ejecutado, ¿para salir bien en la foto final? no sé.
ResponderEliminarLos cambios se pueden aguantar un tiempo limitado. Así que supongo que si no lo has probado ya, no te lo recomiendo, pero si lo hacer , ya contarás.
EliminarAbrazooo
Hola Gabilante, muy original tu historia, me ha encantado. "Las hormiguitas" aunque a lo largo de todo el relato no me imaginaba el final, muy bueno por cierto. Antes muerta que sencilla! Un aplauso si la historia es ficticia y un diez si fue real. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Nuria.
EliminarQue el final se vea, es un fracaso, y entre las dos últimas, me quedo con el aplauso.
Abrazooo
Delirante como siempre, Gabi, resaltando con tu estilo de absurdos las demencias de las guerras donde el tema de ¨los prohibidos¨ limitando el uso de determinadas armas no deja de producir risa. Un abrazo
ResponderEliminarLas prohibieron después de la primera, pero se siguieron usando aunqie menos. Era guerra sucia. Si hubiera guerra limpia sería a hostias, sin armas ni palos ni piedras,; y cain y abel aún no habrían acabado. Imagina las vidas ahorradas.
EliminarAbrazooo
Muy interesante tu aportación Gabi. Supongo que estas mujeres reivindicaban dignidad y feminidad por encima de todo. Me gustó mucho. Un abrazo!
ResponderEliminarNo sé si por encima de todo, pero sin duda la reivindicabsn. Eran precursoras, en malos tiempos, del espíritu de ls cancion.
EliminarAbrazooo
Qué gran momento ese en el que la guerra se toma un descanso para lo más banal. "¿Es el enemigo?; que se ponga."
ResponderEliminarNo sé puede estar en tensión todo el rato. Imagina las bajas por estrés pretraumatico en el frente.
EliminarAbrazooo y gracias
"Antes nuestra que sencilla". Claro, no podría sobrevivir sin maquillaje y con esa ropa.
ResponderEliminarEs un relato excelente. Te felicito. Me encantó
Un abrazo.
Incluso iba a excluir la posibilidad del maquillaje permanente, pero se me alsrgaba el texto. Había que perder un tiempo en maquillarse, porque el tiempo es oro y lo que mo requiere tiempo, no tiene valor.
EliminarAbrazooo
Un relato muy original, te confieso que nunca hubiera sospechado de esta infiltrada. Y claro está, esos pequeños detalles la delataron, aunque en ese momento vital ya debió darle lo mismo. Te felicito Gabi, me ha gustado mucho
ResponderEliminarCon el burka puede pasar algo parecido... vete a saber quién está dentro.
ResponderEliminarSaludos.
Hallazgo con todas las letras... Grande Gabiliante gritaríamos por acá!! Genial!!
ResponderEliminarGabiliante. Esto me recuerda las consejos extrañamente útiles, para mantener la dignidad incluso en tus últimos momentos y despedirte del plano terrenal con respeto: lleva siempre calcetines limpios y sin hoyos, porque nunca sabes cuando puedas tener un accidente y te tengan que sacar los zapatos. El consejo hasta decreta que te va a pasar algo malo que, a aparte de todo, te dejará en vergüenza jaja Va un abrazo.
ResponderEliminarSiempre hubo, siempre hay, siempre habrá espías. Y no todos podemos lucir como Tom Cruise.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Muero imaginando las prendas... muy original.
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