Esta semana convocamos desde EL VICI SOLITARI con un reto para caerse de culo ( en una silla, claro. A ver qué dice...) O sea un relato con una silla como narradora de una historia o de unas vivencias.
A ver que os parece (es una de estas dos)
AQUÍ podéis encontrar el resto de sillas
Llevo dos días con el respaldo destrozado, y el culo hundido. Pero se me ha ocurrido un plan, aunque no creo que me salga gratis.
―¡Oye tú! Vas a tener que ayudarme.
―¿En qué? ¿Qué te pasa?
―¿Has visto esos dos que vienen cada día?
―Ah, sí. Jja… siempre se van para ti.
Es mi vecina. Voy a ver si se apiada de mí
―Pues es que tengo el respaldo hecho caldo, y las caderas destrozadas de los rodillazos de la niña.
―Sí, ya lo vi ayer. Estos humanos son tremendos. Y los jóvenes, no te digo. La niña no se conforma con sentarse sobre el regazo del chico. Quiere hacerlo de frente: para tener un “contacto pleno”, digo yo.
―Ya te digo. Se pone a horcajadas sobre él y se clava mis brazos, metálicos eh, en las pantorrillas, y las rodillas en mis caderas, también metálicas. Debe acabar llena de moratones, pero verás cómo dentro de un rato están otra vez por aquí. Y una es una silla individual, robusta pero individual.
―¿Y cómo puedo ayudarte yo?
―Pues mira. Había pensado que te podías poner a mi lado, pero así, invertida; como el sillón de la conversación de Dalí.
―Que es mucho riesgo. Que ya sabes que tenemos prohibido movernos. Como nos vea el jardinero llamará al de mobiliario, y a ver a donde nos trasladan, y aquí estamos la mar de bien. Y tampoco entiendo cómo va ayudar eso.
―Que sí, silla. Bajamos las dos los brazos que nos unen, y así se podrán juntar. Y cuando se emocionen, abatimos ambos respaldos y pareceremos una cama.
―Que no se puede, que nos vamos a volcar.
―Que nos caemos. Con los brazos abatidos, nos sujetaremos la una a la otra.
―No lo veo.
―Que sí, silla. Que no es tan difícil.
―Y yo ¿qué gano?
―¿Qué quieres? ―Mi compi se lo piensa más que un filósofo. Voy a decirle algo no sea que se le ocurra algo muy complicado―. Si viene un gordo, uno muy gordo, ¿eh? Te escupo y ya no querrá sentarse sobre ti.
―Joder, ¡qué asco! Pero bueno, vale.
―Pues venga ponte ahora que no mira nadie. Antes de que lleguen.
―Ahí los tienes. Se lo piensan. Notan algo raro… jaja… pero obviamente no pueden resistirse.
―Estos humanos… son tan predecibles.
―Venga. Ahora que ya se han emocionado, abate el respaldo.
Bueno, está costando más de lo previsto, pero bien. Los rodillazos de la niña me los ahorro.
―Mira, mira. Se han emocionado tanto que están eliminando las barreras textiles.
―Bueno eso a mis caderas no le importa. Mientras repartamos la carga…
Pues lo que yo decía. Mientras gobierna el niño, la cosa es dura pero se puede aguantar; se acostumbra uno a los movimientos. Pero cuando gobierna la niña es un desbarajuste total. Cambiando el peso continuamente de lado, y sujetando más fuerte a mi compi, porque en cualquier momento perdemos el equilibrio. Esto está siendo un alarde de coordinación.
―Oye.
―¿Qué?
―Se me está meando un pero en la pata trasera derecha.
―Pues dale una patada, como toda la vida de Dios.
―Y me vuelco fijo. Y todo el invento al garete.
―Que no. Yo puedo sujetarlo todo, pero solo un segundo. Dale fuerte y vuelve a apoyar. Que no vuelva.
―Ya. Listo.
―Bueno, nos hemos inclinado un poco pero esta emocionados que ni se han enterado.
Después de un segundo asalto se escucharon unos aplausos provenientes de la concurrencia que habíamos conseguido reunir.
―Míralos, saludan y todo.
―Ya te digo. Pobres ilusos. Se creen que les aplauden a ellos
Para que esas sillas presencian sucesos muy intensos, de esa pareja. Que se entrega a sus impulsos.
ResponderEliminarSaludos.
Grabo , Gabi, le has dado un toque de erótico festivo genial. Al menos asi lo he entendido , o será mi mente ajajá. Estupendo esas sillas sí que saben.
ResponderEliminarUn besazo.
Quería decir Bravo, olé
EliminarLo que saben las sillas, claro que su misión es la de recibir posaderas y como cualquier "humano" nunca estamos contentos con lo que tenemos. Un abrazo y yo tambien aplaudo, a ti por tu creatividad
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