Esta semana nos convoca CAMPI a luchar contra las drogas con la modesta aportación de un relato. El mio es de ficción, espero que como el de la mayoria.
Podéis encontrar aqui el resto de alegatos.
—Ya te lo avisé. Esta vez te has pasado. ¿Dónde has estado los últimos tres días?
—Pues no creo que haya estado... bueno, no me acuerdo demasiado. ¿Es importante?
—No, no es importante. ¿Te das cuenta de cómo estás? Ni siquiera te acuerdas de...
bah, es igual.
—Seguro que si hago memoria... o me preguntas otro día.
—No. No hagas memoria, no te vayas a herniar. Total, ya da igual.
—Te veo muy nervioso hoy, John.
―¿Y cómo quieres que esté? Tú es que no te das cuenta. Esta vez, los médicos dicen que hay daño cerebral grave. El daño cerebral no se recupera. Supongo que tú que eres tan listo ya lo debes saber.
―Bueno, bueno… los médicos son muy exagerados.
―Que yo también soy médico y sé de lo que hablan.
―Lo que deberías hacer es estar más al tanto de Mary que está a punto de ponerte los cuernos. Esa brizna de espliego en tus zapatos de ante rojos, y la mancha de vinagre en tu bufanda lo delatan. No voy a hacerte el razonamiento porque dices que presumo.
―Mary y yo hace, ya dos años que nos divorciamos, y ni siquiera llevo zapatos rojos, mucho menos de ante. Esta vez te has pasado. Creo que ya has resuelto el último de tus casos, Sherlock.
Un síntoma inequívoco, el que se dé droga, nunca se ve mal , son los demás los que tiene el problema. Gracias, Gabi tu aporte .
ResponderEliminarUn besote grande.
Es lo típico. Y más si le preguntas cuando los efectos no son evidentes.
EliminarBesazo Campi
Hola Gabilante, suele pasar que los susodichos no suelen darse cuenta de sus efectos, pero tú lo has resuelto con maestría. Jajajaja. Un poco de humor siempre viene bien incluso en este tipo de situaciones. Un abrazo
ResponderEliminarSi no fuera por el entorno, sus contestaciones ya son graciosas sin necesidad de adornarlo.
EliminarAbrazooo, Nuria
Jajaja, resulta que no se acuerda de dónde ha estado, en cambio, está atento a otras cosas jajaja.
ResponderEliminarMe ha gustado el diálogo entre ellos dos. Y siempre me sacas sonrisas, Gabiliante, un placer disfrutar de tus relatos.
Besosss.
El que tuvo, retuvo. Aunque a veces no se da cuenta de que ya no lo tiene.
EliminarUn placer, poder sacar alguna sonrisa
Abrszooo
Olá, Gabilante!
ResponderEliminarInfelizmente, eles não se consideram dependentes, acham que podem largar o vício por si só.
Ainda vem que alguns têm familiares que vigiam os comportamentos alterados e assumem a internação ou tratamentos o quanto antes.
Conheci meninos cujas famílias eram distintas e conseguiram se superar sendo excelentes chefes de família na atualidade.
Boa participação bem construída.
Tenha dias abençoados!
Abraços fraternos de paz
Si uno logra salirse es más fácil mantenerse que con el alcohol, que lo tienes permanentemente presente. La droga hay que ir expresamente a buscarla
EliminarAbrazooo
Es que los locos son los que están fuera.
ResponderEliminarSalud.
Eso dice una amiga mía, que está fuera pero medicada.
EliminarAbrazooo
Todo el mundo le reía las gracias al buen detective y miraban para otro lado con sus adicciones mientras resolvía los casos. Cuando ya no es así, parece que sus defectos se han hecho evidentes.. Otro juguete roto de la industrial editorial, ¿verdad?
ResponderEliminarBueno... Sherlock no es únicamente de la industria editorial. Es cultura popular, aunque este aspecto no suele salir. Yo me enteré con la peli de Billy wilder, maestro aun cuando se sale de la comedia.
EliminarAbrazooo
Un drogadicto famoso. Un beso
ResponderEliminarMás famoso que drogadicto para la opinión pública.
EliminarAbrazooo
Una escena cotidiana de droga cuando uno pierde hasta la memoria y le resta importancia...
ResponderEliminarUn saludo de Buscador
Y perder la memoria no es cualquier cosa. Sobre todo las lagunas.
EliminarAbrazooo
Pobre Sherlock! Su vicio terminó con su carrera en lugar de potenciarla! Muy original el giro que le has dado a tu relato, Gabi. Inesperada identidad del protagonista. Un abrazo
ResponderEliminarJajaa, gracias, Mónica.
EliminarYa sabes cuánto me gustan los finales.
Abrazooo
Un dialogo que nunca entra a tiempo, porque vas tarde.
ResponderEliminarEs que antes no se sabe. Tendría que empezar por la educación. Pero algunos se creen muy listos.
EliminarAbrazoo
Cierto Sherlock era un morfinomano sino estoy mal, por eso podia resolver todos los casos de manera tan lucida.
ResponderEliminarJajaa... porque descansaba muy bien la mente, para luego tenerla más despierta. Excepto porque algunas neuronas no despiertan
EliminarAbrazooo
No sé qué decir pero dejo constancia que pasé, leí y John y Mary y no soy doctor.
ResponderEliminarDoctor en diseño gráfico, no?
EliminarAbrazooo
Pobre Sherlock, esta vez se pasó de la raya. ;)
ResponderEliminarAbrazo!
Mientras va bien , uno no cree que nunca se pasará de la raya.
EliminarAbrazooo
Me ha gustado tu diálogo, incluso me ha hecho sonreír, aunque la cosa no es para ello, pero has retratado los estragos que hace la droga con humor, que no es poco.
ResponderEliminarA ver si me sale algún día algo sin humor, aunque hay pocas situaciones que no sean susceptibles, y luego, se me escapa😜
EliminarAbrazooo
La palabra asusta, nunca hay manera de verle el lado bueno, un poco de humor puede paliar la lectura pero la realidad planea siempre. Abrazo
ResponderEliminarAquí no pretendía meter humor pero se me escapa. Supongo que no depende del tema. Iba a hacer que Watson se cabrera, pero distorsionada.
EliminarAbrazoooo
La escena que se repite una y otra vez como si fuera la primera vez. Me ha gustado tu texto.
ResponderEliminarUn saludo de Buscador
Y más si ha perdido la memoria, que para la víctima no es repetida.
ResponderEliminarAbrazooo
Hola Gaby!
ResponderEliminarMe encantan los relatos de Sherlock Holmes, pero sobretodo por la relación que tiene con su querido John Watson! Y esta conversación suya podría bien ser parte de su última novela! Ja, ja! Me encanta que hayas incluido tu toque de humor también para este tema, nos estabamos poniendo muy serios! Ya dicen que las drogas son poderosas y Sherlock con lo listo que era, fue incapaz de esquivarlas! Un besote amigo!
Tal vez sea uno de los relatos que Watson ocultó al público.
ResponderEliminarPrefiero pensar que el famoso detective dejó ese hábito para seguir con sus casos.
Saludos.
Gabiliante. En esos tiempos de Sherlock Holmes, la cocaína se usaba hasta para endulzar el café. Imagínate la bomba que se crea ahí. No lo justifico, pero el desconocimiento a fondo era genuinamente real. O no. Quizás mal intencionado desde un principio, para explotar esa mina de oro recién descubierta. Va un abrazo.
ResponderEliminarMenudo puntazo lleva.
ResponderEliminarMe has hecho volver a mi barrio... amigos que se los llevó la droga.
Terrible, pero sin dudas muy bien expresado el tema, me gustó mucho la manera en que lo encaraste, el diálogo es muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Sherlock... hasta el final y con las botas puestas.
ResponderEliminarMuy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼