Tras un mes o así de ausencia, más por sequía imaginativa que por descanso vacacional, me reincorporo a los jueves, espero que con asiduidad. Este jueves nos convoca Marcos desde su blog MARCOS PLANET, retándonos a montar un texto basado en los debates morales alrededor de encontrarse algo valioso.
Podéis encontrar el resto de décimos de lotería AQUÍ
Bruto paseaba tranquilamente por el parque cuando vio en el suelo lo que parecía un décimo de lotería. Estaba boca abajo y para no agacharse en vano, haciendo honor a su nombre, le dio una patada. Cayó boca arriba y lo recogió sin excusa posible. Era del sorteo de Navidad y había reconocido la imagen. Sacó el móvil y comprobó el número:
―¡Hostia! ¡Es el gordo! ―Miró a ambos lados sospechando que se tratara de una broma. No veía a nadie sospechoso. Lo examinó con detenimiento pero no tenía ni idea de cómo distinguir uno verdadero de uno falso. Volvió a echar un vistazo al entorno y esta vez vio a un energúmeno que se dirigía hacia él haciendo aspavientos―. ¡Coño! ¡Está claro que es verdadero!
Se levantó apresuradamente y echó a correr, pero no era muy rápido, y además César ya venía a mucha velocidad. Sin mediar palabra se enzarzaron en una violenta pelea. Una certera patada en la mano hizo salir volando el décimo y una oportuna ráfaga de viento lo alejó hasta depositarlo a los pies de Rex. Habiendo visto como se peleaban aquellos dos energúmenos que ahora corrían hacia él, dedujo que aquello debía valer la pena. Luego vio cómo el horror desfiguraba la cara de los dos energúmenos. «¡Puajj! Es lo más asqueroso que he comido en mi vida»; eso fue lo que pensó, pero lo que dijo fue: “Guau”.
Bienvenido de nuevo.
ResponderEliminarParece que tu imaginación sigue intacta y este reto, como todos los demás , los has resuelto con esa maestría original que es tu seño de identidad. Guau digo yo tan bien .
Un besote Gabi.
Puñetero el décimo que va de blog en blog y nadie lo cobra, pero mientras yo voy de blog en blog disfrutando con vuestros textos. Un abrazo
ResponderEliminarY a seguir peleándola: vida de perros...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, Gabiliante!!
Jajajaja, muy original Gabilante, como nos tienes acostumbrados tu mente se desborda. Un abrazo
ResponderEliminarBienvenido nuevamente Gabiliante, se extrañaban tus historias, como siempre muy buena, desbordando imaginación.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, un abrazo.
PATRICIA F.
jajaja para que Bruto y César aprendan! jajajaa. Muy bueno, Gabi, y conciso
ResponderEliminar¿Tú también..?
ResponderEliminarJajaja. Se me hacen familiares esos nombres, difícil que hubiera armonía.
ResponderEliminarQue frustación les provocó la intervención de Rex.
Saludos.
Para Rex, la cosa está clara, si es apetitoso para adentro, si no pa fuera. ;)
ResponderEliminarAbrazo!
Muchas gracias ante todo por volver a este caldero de oro donde se cuecen historias extraordinarias, como la tuya.
ResponderEliminarEs certera tu alusión a los romanos Bruto y César peleando (esta vez no parece que sea Bruto el ganador, sino Rex, el perro policía). La historia es imaginativa, como mínimo. Me ha encantado.
Ave Cesar.