Este mes Ginebra Blonde nos reta desde su blog SERENDIPIA a hablar, o sea, escribir sobre la FANTASIA, partiendo de alguna de las imágenes que nos propone. Yo quizás me he centrado en exceso en la imagen, de forma que el texto depende de ella y es ininteligible sin tenerla dramáticamente presente.
La imagen que he elegido es esta:
Podéis encontrar el resto de fantasías AQUÍ
El camaleón, igual que el pulpo, es de origen diferente al del resto de animales. Quizás hay alguno más pero de momento el camuflaje funcional le funciona. A este le funciona a medias. Con sus ojos disimétricos y su kilométrica lengua nos ha engañado a todos y nos ha hecho creer que come moscas. ¡Ja!
La mujer cebra le ha tomado cariño al conejo y lo aprieta contra su pecho. Los conejos son animales entrañables y esa es una de sus defensas en la selva zoológica. La otra es la reproducción vírica. No importa cuántos mates, una vez alcanzan un número determinado su explosión exponencial es inexorable. Pero eso son grandes números. En un caso particular, indubitádamente, el conejo es la víctima. Y lo sabe. La mirada le delata. Aunque sabe que la comunidad triunfará, también sabe que el individuo perderá la vida, y en una especie sin Dios, eso es duro.
La mujer cebra, siendo un híbrido de la especie dominante, cree que podrá defender al conejo, aunque contrariamente al roedor, todavía no ha percibido la amenaza; solo la intuye. Pero eso de que la humana es la especie dominante es una ilusión. Una ilusión que los camaleones se encargan de mantener intacta, haciéndonos creer que comen moscas.¡Ja!
La facultad oculta, ni tan siquiera sospechada, de esta especie es que además de cambiar de color también son capaces de cambiar de forma.
La primera noticia de la amenaza que percibe la mujer cebra es un movimiento en su cabeza. Con una rapidez cercana a la de su lengua, el camaleón ha bajado por el hombro y ha cambiado, de forma de lazo de color azul, a forma de conejo de color cebra, interponiéndose entre el roedor y el observador. La presa ha desaparecido, ha dejado de existir. La rapidez de la mutación no le ha permitido muchas filigranas, y en la abducción del roedor, el cazador se ha llevado también la mano y medio antebrazo izquierdo de la mujer cebra; también los dedos de la mano derecha.
El camaleón es un depredador formidable.
La naturaleza no tiene piedad ni cariño.
Una imagen muy bonita, aunque la he mirado mil veces y de entrada no soy yo muy observadora , pero es que no veo el camaleón por ningún sitio.
ResponderEliminarLa mujer cebra lo puedo entender con esas rayas, y ese conejo entre sus manos.
Aunque la historia es fantástica, aunque por qué no realidad. Un besote grande.
Jajja. Ha cambiado de forma y parece un lazo azul para el pelo.
ResponderEliminarGracias. Campi.
Abrazooo
Nos vamos acostumbrando a los movimientos camaleónicos, estan a la orden del dia. El dia de los inocentes será un lio distinguir entre mentiras e inocentadas. Un abrazo
ResponderEliminarPues no creo que sirva yo para espía, no veo el camaleón por ningún sitio.
ResponderEliminar¡Aiinnsssssss!
Pero me he entretenido mucho, eso sí
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBoa noite de paz ,Gabilliante!
ResponderEliminarSensacional a ligação dos animais até com a roupa da mulher.
Adorei.
Uma imaginação fantástica.
O camaleão foi, perfeitamente, colocado no contexto.
Tenha dias abençoados!
Abraços fraternos
Me temo que también hay camaleones humanos... en función de donde sople el viento.
ResponderEliminarSaludos.
Creo que los retos de Ginebra, sacan lo más brillante de los que participais.. a ver si me animo. "La naturaleza no tiene piedad ni cariño" pero qué hermosos soñar con mujeres cebra cuando la prosaica realidad nos hace convivir con tanto, y en mi caso quizá ser, hombre burro tirando a asno. Muchas gracias por compartir y escribir así de bien
ResponderEliminarEl camaleón estaría en su salsa en alguna empresa del ibex35 ;)
ResponderEliminarLos camaleones son capaces de todo jjajaja.
ResponderEliminarMuy buena aportación para la propuesta de Ginebra.
Besosss.
Viva la surrealidad, Gabiliante. Camaleones eran los de antes... Y ni te cuento los que vendrán!!
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero una vez más!!
Se puede interpretar de varias maneras. Los camaleones pueden ser muy peligrosos, por su gran capacidad para camuflarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que hay que ponerle imaginación para ver el camaleón, que no sé si estará oculto en el lazo, o bajo sus brazos, porque se camuflan como quieren con su entorno. La imagen me encanta y el relato me ha dejado pensativa. Un abrazo
ResponderEliminarLa humana cebra no es capaz de proteger al conejo ni de protegerse ella frente a un genio del camuflaje... Y de esos... los hay a manta entre la especie "dominante". Hay que vigilar bien cada lazo que te pones...
ResponderEliminarMuyyy bueno! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼