Esta semana nos convoca NEOGEMINIS con un tema muy interesante. Todos nos hemos encontrado desubicados en algún momento. El titulo se refiera al ejemplo que se suele mencionar para definir la propia desubicación. Lo que pasa dentro no me ocurrió a mí, ni a nadie que yo conozca; aún.
AQUÍ encontraréis otros personajes perdidos.
Dániel iba un pelín tarde aquella mañana. Bajó al segundo sótano dispuesto a salir a toda leche en su flamante todoterreno nuevo. Cuando se dirigía hacia él, escuchó unos pasos apresurados; de alguien con tacones, mucho más ruidosos que sus deportivas. Echó un vistazo, sin parar de avanzar, por sobre de todos los vehículos que atiborraban la planta, pero no vio a nadie. Cuando se disponía a franquear la última hilera de coches antes de alcanzar el suyo, una cabra salió por detrás del último. Ni siquiera le miró. Siguió su camino que al parecer terminaba encima del capó del todoterreno de Dániel.
La sorpresa fue inferior al enfado de ver su nuevo vehículo abollado. La cabra intentó subirse a lo más alto del coche, que estaba a escasos veinte centímetros del techo del aparcamiento. Finalmente desistió, se recostó sobre el capó, y entonces sí que miró a Daniel.
Pensó en bracear y gritarle para espantarla, pero se dio cuenta de que en aquella situación, la protectora civilización estaba comprometida. Recordó que vio en un documental, que las cabras son los menos domésticos de los animales domésticos. Intentó un acercamiento lento sin tener demasiado claro cuál sería su acción si llegaba a la altura de la puerta del vehículo sin que la cabra se soliviantara. No hizo falta porque la cabra se soliviantó. Se volvió a levantar y repicó con sus tacones sobre el capó. Aquello dolió más que una cornada. Se retiró despacio, y se deslizó entre las hileras de coches hasta alcanzar la rampa.
Entonces escuchó que otro vehículo subía desde un nivel inferior. Lo paró poniéndose delante:
―Por favor, por favor, hay una cabra ahí sobre mi coche y no me deja salir. ―Tras repasar sus palabras pensó que quizás su argumentación resultaba poco verosímil. Entonces puso sus manos junto a sus sienes apuntando con los índices haca el techo. Comprendió que la situación no iba a mejorar. A todo esto, el conductor no bajaba la ventanilla, sin duda atemorizado, y no por la cabra―. Por favor, súbame hasta arriba, que aquí no hay cobertura.
El conductor bajó finalmente la ventanilla, mientras continuaba hacia los niveles superiores:
―Es que llevo bastante prisa, pero tranquilo que cuando llegué arriba, avisaré a la policía.
“Este cabrón no me inspira la más mínima confianza”, pensó Dániel.
Subió a pie por la rampa, maniobra que le costó más de lo acostumbrado. Estaba mucho más empinada de lo que recordaba. Incluso tuvo que ayudarse de las manos. Al llegar a la salida de peatones del primer sótano, la puerta se abrió antes de que Dániel pudiera hacerlo, y allí estaba la autoridad perfectamente uniformada. El agente lo miró de arriba abajo antes de hablar:
―Está usted… ―Se quitó la gorra descubriendo su par de cuernos― ...fuera de lugar… ―Luego le miró el pecho, y percibiendo la falta de tetas, el boque acusó―: …, Hombre.
Empiezo la lectura, se que me vas a sorprender, intento ir adivinando pero nunca llego al final preparada, siempre consigues sorprenderme. Un abrazo
ResponderEliminarJajja.
EliminarMisión cumplida, y muchas gracias.
Abrazooo
Creo que puede ser al revés, no es el protagonista el que se encuentra fuera de lugar, sino más bien todos los demás están fuera de lugar y el prota es el único legítimo en aquel país caprino.... es la única explicación posible y plausible
ResponderEliminarEn ese caso la cabra estaría fuera de lugar, pero el cabron tambien. Y el agente de la policía cabropolitana también, y entonces habría 3 fuera de lugar y no uno, y entonces no cumpliría las condiciones del reto😩
Eliminarabrazooo
Con las cabras hemos topado, o con el macho cabrio, jeje. Como siempre me dejaste cao con el final. Genial. Un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarIntento que al final haya algo definitivo
EliminarAbrZoo, Nuria
Uff, desquiciante. Me pasa como a Ester, eres totalmente desconcertante. Y dejas ese final abierto que mi mente necesita cerrar. Horrible sensación.
ResponderEliminarNo es tan abierto. El hombre se ha despertado en un mundo liderado por las cabras, e intenta abrirse paso. La berdad es que evitó en lo posible los finales abiertos, aunque es el lector el que manda.
EliminarAbrazoo
Pues menos mal que no era un rinoceronte.
ResponderEliminar¡Rinoceronte, rinoceronteee...!
Creo que habría salido pitando del garaje ya al principio al oír las pisadas.
EliminarAnrazooo
Jajaja, y me sorprendiste nuevamente con tu historia y su final, cada vez que visito tu blog vengo pensando en cuál será el tema y siempre me sorprendes, lo cual me parece fantástico y estoy agradecida por ello.
ResponderEliminarEsta vez el pobre humano estaba en el sitio equivocado, se metió al mundo de las cabras, cuando leí lo de los tacones, pensé en qué fémina lo sorprendería y la sorprendida fui yo por la famosa cabra, jaja.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Me alegra que te lo pases bien por aquí. Las vibras, como están locas, siempre Dan juego. El policabra, ya no sé, siendo autoridad...
EliminarAbrazooo
Me has dejado pensando, la cabra era real , y Daniel era el nombre del cabrito...?
ResponderEliminarSorprendente tu texto.
Sin duda hay alguien que no está en el lugar indicado ajaja.
Gabi, eres un crack .
Besotes.
Sí era real. Y el policía y el cabronas, y el prota. Todos son reales en un mundo imaginado.
EliminarAnrazooo, Campii
Casi peco de falta de visión...aunque a decir verdad, ya no me queda mucha, pero estuve a pocos segundos de escribir que no entendía el final...pero si, un final sorprendente al estilo de la Dimensión desconocida...un hombre se despierta un día, y se encuentra en el mundo de los cabro...de las cabras, mejor dicho jejee...como siempre, un buen relato..bss
ResponderEliminarPues lo has descrito estupendo con ese símil. Más que surreal se parece a uno de aquellos capítulos de la dimensión desconocida. No lo había pensado pero tienes toda la razón.
EliminarAbrazooo
Pbre tipo, tqnto s esmero en su carro, que terminó cabreado.
ResponderEliminarJajja... muy bien visto lo del cabreo👏👏
EliminarAbrazooo
No hay personas raras, cierto, hay personas fuera de lugar ;) creo que eso me consuela un poco.
ResponderEliminarPero no soluciona mucho. Seguimos teniendo que escoger los lugares donde encajamos.
EliminarAbrazooo
Muy gracioso. Un beso
ResponderEliminarGracias, Susana. Me alegro de que te haya divertido
EliminarUn besooo
No me esperaba ese final para nada. En cuanto al protagonista, hizo bien en no enfrentarse a la cabra por si acaso.
ResponderEliminarBoque supongo que es gorro, sombrero o similar, ¿verdad?
Después de la muerte, mi mayor miedo es que se vea venir el final ( bueno, igual hay algún otro por el medio).
EliminarBoque es el macho de la cabra. Sorprende que en castellano no haya un sustantivo para definirlo (macho cabrio no es un nombre, es una explicacion).
Y ahora que ya he terminado de comentar, me voy a sacar de paseo a mi hembra canina.
Abrszooo
Se cambió de mundo y no se dio cuenta...
ResponderEliminarEstá como una cabra, jajaaja
Al final, a fuerza ahorcan. En un rato se dará cuenta.
EliminarGenial relato con un final de sorpresa. Claro que habría que preguntarse qué es más peligroso si una cabra soliviantada o un humano soliviantado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo
Es parte de lo que quería expresar. En un mundo amparado por la civilización, sin duda el humano.
EliminarPero fuera de ella ( un parking vacío es un submundo, la civilización no está hasta wue entra otro humsno), somos frágiles.
Abrazooo
Era un macho cabrío el custodia? Claro! El desubicado resultaba ser el hombre, no ls cabra, en ese lugar. Siempre sorprendes con tus relatos, Gabi. Gracias por sumarte
ResponderEliminarMe gustó esa idea de cambio de personaje desubicado, y casi me salió son querer.
EliminarMe interesaría saber si por esos lares tenéis algún nombre para el macho cabrio, distinto de este tan poco original.
Abrazooo
Olá, Gabilante!
ResponderEliminarCriou um conto muito diferenciado com um enredo bem engraçado. Houve imensa criatividade da sua parte.
Tenha um setembro abençoado!
Abraços fraternos de paz
Muchas gracias Roselia.
EliminarMe alegro de que lo hayas disfrutado.
Abrazooo
Me he reído y me he sorprendido con tú final.
ResponderEliminarMe lo he pasado estupendamente leyéndote.
Pues misión cumplida. Sorprender es obligatorio, pero si encima te has reido👏👏👏
EliminarAbrazooo
Estupendo relato, me herido imaginando la situación. Un final ingenioso y genial . Saludos!
ResponderEliminarLady_p
Gracias Lady. Siempre intento que sea visual. Yo lo imagino visualmente y lo intento transmitir.
EliminarAbrazooo
Qué genialidad, me enganchó desde la primer palabra! El final perfecto, me encantó!
ResponderEliminarMuchas gracias, Sindel.
EliminarMe alegra verte de nuevo por estos lares.
AbrZooo
entre cabras el más testarudo manda en el rebaño, sorprendes siempre un saludo
ResponderEliminarGracias Rodolfo.
EliminarTambién podría decirse , el más testaduro
Abrazooo
Gabiliante, muy buena la historia surrealista. Me ha dejado descolocado el final, muy creativo.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Saludos
Bien!!!
EliminarGracias... sorprender dentro del surrealismo, siempre es un plus.
Abrazooi
Siempre tienes una vuelta de tuerca, Gabiliante. De tu sello. Espectacular!!
ResponderEliminarGracias Carlos.
ResponderEliminarPero es imprescindible un lector con una llave, que sepa apretar la tuerca
Abrazooi